viernes. 29.03.2024
Benjamín Godoy, director financiero de Bekinsa y tuno

“Le damos más importancia a muchas cosas que antes, con las prisas, no se la dábamos”

Benjamín Godoy tiene cuatro pilares en su vida: su familia, está casado y es padre de dos hijos; su trabajo como Director Financiero de Bekinsa, grupo empresarial dedicado a la promoción inmobiliaria; la Hermandad del Calvario de la que forma parte de su Junta de Gobierno; y la Tuna de Económicas de Sevilla.

Benjamín Godoy. Foto: Julia Godoy
Benjamín Godoy. Foto: Julia Godoy

Abordamos a nuestro protagonista, Benjamín Godoy (Sevilla, 56 años) vestido de tuno en el salón de su casa, rodeado de las letras de sus canciones y ensayando uno de sus poemas de amor, La oración del remanso. Acompañado de su guitarra y sobre su pecho, la beca de su facultad con el color naranja que representa Económicas, su carrera. Su tiempo libre lo dedica al arte, la lectura y la pintura. En las paredes que decoran su casa podemos encontrar cuadros pintados por él. De hecho, en la imagen aparecen dos: uno de ellos es un retrato de su hijo Álvaro realizado con carboncillo, y el otro son frutas dibujadas con lápices acuarelables. Las estanterías de su casa están repletas de libros, la mayoría son de arte, como por ejemplo el que está leyendo ahora, Bajo el eclipse. Pintoras en España 1880-1939. Benjamín también destaca por sus cómics dibujados con lápices de madera y rotuladores, y algunos teatrillos que realiza junto a sus hijos en reuniones familiares.

Nuestro protagonista ha compartido con nosotros en este rincón de su casa cómo incide esta pandemia mundial originada por la COVID-19 en las distintas actividades que engloban su vida.

Benjamín Godoy en su despacho. Foto: Julia Godoy

Benjamín Godoy vestido de tuno en su despacho. Foto: Julia Godoy

¿Crees que la vida te ha dado una oportunidad para estar más tiempo con tu familia?

Sí. Esta situación nos hace estar más apegados y unidos. No estamos nerviosos ni apenados, porque estamos viviendo este confinamiento como una oportunidad para estar más tiempo juntos y valorar lo que la otra persona hace o dice. Le damos más importancia a muchas cosas que antes, con las prisas, no se la dábamos, como por ejemplo el momento de sentarnos a comer. Ya que fuera de este confinamiento, mi mujer trabaja y mis hijos se pasan el día en la universidad.

Ahora, estando todo el día en casa, compartiendo anécdotas, historias y diversos comentarios que hacen más amena esta situación. Además, realizamos actividades que antes por el poco tiempo no podíamos, como, por ejemplo: hacer ejercicio los cuatro juntos, jugar al ping pong con mi hijo Álvaro o leer en el patio junto a mi hija Julia. También, nos organizamos para hacer las partes domésticas de la casa, ya que nuestra querida Fany no puede venir para hacer su trabajo. Y sobre todo, a mi familia y a mí, nos resulta muy difícil hablar con mi padre de 92 años por videollamada. Aunque algo que nunca va a cambiar es que sigue recomendándonos libros para leer en esta cuarentana como son Cómo llora Sevilla de Ramón Cué y El Desafío Mundial de Jean-Jacques Servan- Schreiber.

¿Cómo es la conexión virtual en familia?

Cuando nos conectamos en familia cada uno cuenta su rutina y disfrutamos mucho. En una familia tan grande y con los más pequeños, al final todos son risas, voces y gritos. Cuando acabo la videollamada me pregunto ¿qué es exactamente lo que hemos hablado?

¿Cómo ha afectado esta situación a tu trabajo?

En el grupo empresarial en el que yo trabajo nunca hemos desarrollado el teletrabajo. Para nosotros es una situación completamente nueva. No nos adaptamos hasta la tercera semana del confinamiento, tuvimos que comprar ordenadores y adaptarlos tecnológicamente para poder trabajar desde casa. Por supuesto, desde el primer momento hemos estado preocupados por cómo íbamos afrontar esta situación. El gran inconveniente que tiene una empresa que no está acostumbrada al teletrabajo es que no existe el papel, el documento físico. Nosotros estamos acostumbrados a trabajar de departamento en departamento con grandes cantidades de documentos para darle el visto bueno: orden de pagos, de cobros... Entonces, esta situación nos resulta muy complicada para llevar la sintonía de nuestra empresa. Ventajas que veo en esta situación: ahora podemos dedicarle más tiempo a revisar pagos, ingresos, inversiones y proyectos pasados... repasarlos y estudiarlos con cautela, pero muy pocas cosas se están pensando en el negocio futuro, cosa que nos preocupa. Pero no podemos gobernar una finca agrícola desde el ordenador, o no podemos hacer ninguna obra de un edificio desde casa, sentados, dando instrucciones.

Estas conexiones para vuestra empresa serán nuevas, ¿no?

En una empresa que nunca se ha realizado esto, pues es una novedad. Una cosa es el enfrentamiento y cambios de opiniones físicamente y otras virtualmente. Unos se ponen la cámara, otros sin ella, y el resto durante toda la reunión se pasa el rato bicheando tu casa. Y yo en ese sentido, cada vez que tengo una reunión cambio de habitación para hacerla más entretenida. Mientras hablábamos chateamos por el WhatsApp para reírnos y comentar lo que vemos a través de la pantalla.

¿Cómo está viviendo tu hermandad esta situación?

El confinamiento ha afectado también a mi actividad en mi hermandad. Soy miembro de junta, consiliario. Es un puesto que es fácil afrontarlo porque no tengo un cargo como el de prioste que necesita estar todo el día en la capilla con las insignias y las imágenes, o por ejemplo mayordomía o secretaría que necesitan trabajar desde la casa hermandad.

Como hermandad le damos más prioridad al tema informático, para que todos los sistemas de comunicación sean más amplios y ágiles. Hemos colgado en las redes sociales, en la página web de la hermandad y en YouTube, documentos que le pueden interesar al hermano, como, por ejemplo: imágenes, revistas antiguas, vídeos o entrevistas para rememorar momentos de hermandad. Y con la ayuda del párroco don Francisco Román, se retrasmiten las misas y reflexiones sobre las lecturas del evangelio, con el fin de seguir acercando la palabra de Jesús a las casas y junto a esta, dar esperanza a nuestros hermanos. Esto me ha permitido conectar y comentar con mi padre estas publicaciones que yo mismo le envío para que él también las disfrute.

Otro tema al que la hermandad le está dando importancia es la faceta de caridad. Las necesidades son más acuciantes, hay que trabajar más y brindarle los recursos a los más necesitados. Hemos recibido muchas más donaciones y han ampliado los voluntarios para los economatos.

¿Cómo es vivir el día a día sin ver a tus Sagrados Titulares?

El culto externo más importante que tienen todas las hermandades es la visita a la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Sevilla, es decir, la estación de penitencia que ninguna de las hermandades hemos podido vivir por la situación en la que nos encontramos. Entonces siguiendo las reglas de nuestra hermandad hemos sustituido esta estación de penitencia por un viacrucis que ha sido retransmitido a las 03:00 horas, a la que deberíamos haber realizado la estación de penitencia. Teníamos miedo y estábamos preocupado porque nadie fuera a verlo a esas horas, pero tuvimos muchísima gente conectada. Nada que ver con la realidad de una estación de penitencia, de rezar ante tus titulares, pero era lo menos que podíamos hacer para comunicarnos y conectarnos con cada hermano de nuestra hermandad. Hemos vivido una realidad muy distinta que es completamente aplicable a lo que antes he comentado de la tuna: el realizar un ensayo delante de tu ordenador con las canciones que vas a cantar o tener una videoconferencia con tus compañeros de la tuna para ensayar. No tiene nada que ver con poder estar en la calle cantando.

De tus cuatro pilares ¿cuál es el más curioso en esta situación?

En una hermandad como la nuestra de seriedad y silencio donde el contacto personal es tan importante, cuando realizamos videoconferencia nos resulta muy curioso porque no nos hemos visto en otra igual.

¿Qué es lo que te ha resultado más extraño?

Lo que me ha resultado más extraño es celebrar una conferencia con la tuna, que ha sido bastante impracticable. Porque en la tuna siempre tenemos algo que decir, una chanza, una risa, o una broma. Entonces, imagínate treinta personas intentando hablar todos a la vez. Al final te ríes, te lo pasas bien, no te enteras mucho de lo que está ocurriendo, pero el caso es pasar un rato agradable, aunque sea virtualmente.

¿Qué haces para sentir cerca a la tuna?

A la Tuna de Económicas en estos momentos de confinamiento se le ocurrió llegar a sus oyentes y a los amantes de la tuna a través de las redes sociales, y de los medios de comunicación de los que hoy disponemos. Además, unos días antes del confinamiento estábamos preparando el Certamen de tunas de Sevilla, y se nos ocurrió grabarnos desde casa una de las canciones compuestas por los tunos de Económicas y una vez montado el vídeo se colgó a las redes sociales.

Cuadro de tunos, detalle de las cintas. Benjamín Godoy.
La tuna, uno de los cuadros pintado por Benjamín Godoy


 

 

“Le damos más importancia a muchas cosas que antes, con las prisas, no se la dábamos”