viernes. 19.04.2024
Antecedentes del 1-O

1 de octubre: la punta del iceberg que resquebrajó España

1 de octubre de 2018, se cumple un año de la consulta ilegal sobre la independencia de Cataluña. La consulta, que fue el repunte de una tensión que venía forjándose tiempo atrás, dio muestra de la división de la sociedad y la ineficacia política para hacer frente al desafío.  

BARCELONA, SPAIN - SEPTEMBER 21:  People demonstrate in front of the Catalan High Court building on September 21, 2017 in Barcelona, Spain. Pro-Independence Associations called for a meeting in front of the Catalan High Court building demanding release of the 14 officials arrested yesterday during a Spanish Police operation in an attempt to stop the region's independence referendum, due to take place on October 1, which has been deemed illegal by the Spanish government in Madrid.  (Photo by David Ramos/Getty Images)
Barcelona, España- 21 de septiembre de 2017, manifestación frente al edificio del Tribunal Supremo (Foto de David Ramos/Getty Images)

Hoy, 1 de octubre de 2018, tiene lugar el aniversario de la consulta ilegal catalana. Una consulta en la que entraba en juego no solo el sentimiento independentista, sino también la insatisfacción ciudadana respecto a la situación política; un ambiente de tensión que explota el 1 de octubre, pero que venía de largo. 

 

Como podemos ver en el barómetro autonómico del CIS de 2012, en Cataluña, ya existía un gran porcentaje de catalanes, 55,1%, que estaba en desacuerdo con la estructura territorial de España (pregunta 12). Estos se dividían entre los que consideraban que Cataluña tendría que ser un estado independiente en una España federal (21,4%), y los que se decantaban por un estado independiente (33,7%). Asimismo, sobre el grado de autonomía deseado para Cataluña (pregunta 13) un 68,6% se situaba a favor de una mayor autonomía; y en cuanto a la importancia del debate en torno a la forma del Estado (pregunta 16), un 71, 9% lo consideraba como muy importante (30,7%) o bastante importante (41,2%). 

 

En este entorno de creciente desencanto tiene lugar el procés, que como se analiza en el artículo Condiciones y razones del procés de Erika Jaraiz Gulías, Nieves Lagares Diez y Xosé Luis Barreiro Rivas, “se ha conformado como un “constructo” objetivo, diferente a la propia independencia, construido con un sentido estratégico y perfectamente percibido por los ciudadanos catalanes como definidor de los ejes de la competición política”

 

De este modo, no solo encontramos partidarios al procés independentistas, ya que existen una serie de elementos que unen a catalanes más allá de la independencia, como son la identidad nacional catalana y el liderazgo. Por ello, es erróneo asumir que todo aquel que apoye el procés abandera el movimiento independentista pues en este se engloba la complejidad sociológica plasmada por el estudio del CIS en 2012. 

 

Sin embargo, a pesar de esta situación de inestabilidad y la ineficaz intervención política, tanto a nivel autonómico como nacional, ante la insatisfacción ciudadana se presenta una tendencia a la baja del sentimiento independentista de la población catalana. Según el Barómetro de opinión política 2ª oleada de 2018 del CEO, se pueden observar los siguientes resultados: 

A la pregunta: ¿con qué frase se siente más identificado?

Gráfica sentimiento nacionalista. Fuente CEO

A la pregunta: ¿quiere que Cataluña se convierta en un estado independiente?

Gráfica Cataluña estado independiente. Fuente CEO

A la pregunta: cree que Cataluña debe ser…

Captura de pantalla 2018-09-30 a las 17.31.23

Resultados que muestran no solo una sutil bajada del independentismo, sino además unos resultados muy ajustados, reflejo de la división social que está teniendo lugar en la actualidad catalana.