sábado. 20.04.2024
Caravana de migrantes rumbo a EEUU

Yolanda Hernández-Albújar: "El gran drama del siglo XXI es que no hay datos de las personas que perdemos en el camino"

Yolanda Hernández-Albújar, profesora en la Universidad Loyola Andalucía y especialista en estudios latinoamericanos y migraciones (entre otros) nos recibe en su despacho para hablarnos sobre la caravana de migrantes que se formó en Honduras, y ahora está en México después de haber atravesado Guatemala.

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Caravana de migrantes / Fuente: UNICEF México

Nos citamos con ella para que nos analice los acontecimientos que han tenido lugar en los últimos días. Nos explica cómo es Honduras el país emisor de estos emigrantes y Guatemala, el principal de tránsito, pero sin embargo, no está tan claro el papel que México juega aquí.

Mientras los migrantes quieren utilizar México también como mera zona de tránsito, este está intentando ofrecerles facilidades para que se queden. Nos cuenta cómo México no está en ese imaginario colectivo y por tanto, no se considera que ofrezca tantas posibilidades. Los migrantes buscan llegar a EEUU: la potencia occidental que, de forma histórica, ha ejercido un "poder psicológico" y se ha mostrado como el principal centro de poder en el mundo, según nos expone Yolanda.

Nunca hemos presenciado en la zona una afluencia de migrantes tan organizados

Organización del fenómeno

Son muchos los interrogantes que hay en torno a este fenómeno, nos explica. Es demasiado reciente para poder realizar un análisis profundo y las novedades están al orden del día. Ella, como socióloga, dice encontrar altamente interesante el hecho de que la caravana esté siendo tan organizada. Son las dinámicas creadas en torno a esta organización las que destacaría del episodio: "Nunca hemos presenciado en la zona una afluencia de migrantes tan organizados". Aunque al preguntarle por algún episodio similar en la historia sí encuentra algunos similares en tiempos de inestabilidad política, es este sistema de organización la que considera que hace única a esta caravana. Señala además que, históricamente, la frontera entre México y EEUU ha ido cambiando su delimitación por intereses políticos y había personas que pasaba de pertenecer a un país, a ser del otro.

Nos explica cómo el papel de las tecnologías está marcando la diferencia en la ruta de estas personas que, a semanas aún de llegar a EEUU, ya tienen a familiares, amigos o contactos en redes sociales que les han avisado de la decisión que Trump ha tomado de mandar tropas a la zona. Y, siguiendo con la idea de estas fronteras, insiste en la imposibilidad de poder controlarla. "Van a seguir llegando", prosigue. Nos cuenta cómo toda la atención mediática, recursos y atención de los países (no solo EEUU) se centran en estas fronteras físicas, pero en realidad, solo se ha podido probar que realmente haya una reducción de entrada de inmigrantes durante tramos temporales en los que se habían implementado nuevas políticas y aún no sabían cómo actuar ante ellas. "Hecha la ley, hecha la trampa (...), basta que se le dé cierto tiempo a los coyotes, mafias y los propios inmigrantes, para que acaben encontrando nuevas maneras de sortear las restricciones de entrada", dice.

Nos ilustra con un dato curioso: lo paradójico de las tropas estadounidenses en la frontera. En esas tropas, pueden alistarse migrantes indocumentados, lo que parece irónico si pensamos que están ahí para evitar que entren personas de la misma manera que ellos lo hicieron tiempo atrás.

Interés electoral

Al análisis debe añadirse el hecho de que el 6 de noviembre tendrán lugar las midterm elections y por ello, se incrementa el interés en dar mayor cobertura y relevancia en la agenda al suceso de esta caravana. Nos explica cómo Trump, al mandar tropas a la zona y declarar que negará el asilo a estas personas, está negando el artículo 14 de la Declaración de los Derechos Humanos por la que todo el mundo tiene derecho a buscar protección fuera de su país; así como las Convenciones de Protección de los Refugiados de 1951 y 1967. Nos recuerda, además, que el presidente se negó a firmar el Tratado de Nueva York, que buscaba regular esta inmigración internacional.

El usar el tema de la inmigración como una carta para jugar cuando les interesa, es una práctica que comparte Trump con otros muchos presidentes actuales

Usar el tema de la inmigración como una "carta para jugar cuando les interesa", dice la experta que es una práctica que comparte Trump con otros muchos presidentes actuales. Un discurso basado en el miedo y en la delimitación del "nosotros" frente a "ellos" es lo que asegura el éxito de este tipo de política. Nos cita al autor Wayne A. Cornelius repetidas veces durante la conversación, y en esta ocasión, nos expone cómo, en el caso de EEUU, la población realmente no tiene una visión demasiado polarizada o contundente sobre el fenómeno migratorio hasta que no llegan tiempos electorales. Es entonces cuando proliferan estos tipos de discursos y crecen las posturas "anti-inmigración". Se bombardea con ideas de invasión y falta de protección en torno a ese borde y cómo esa frontera protege "a los nuestros" y los que quedan al otro lado quedan sin ese privilegio porque son "los otros".

Es un fenómeno totalmente manejable si nos organizamos bien, pero claro, si lo que entendemos por manejable es bajar a 5000 soldados a la frontera...

Falta de datos

Aún está por ver cuántas personas llegarán a cruzar más allá del centro de México, que es dónde mayor actividad registran las organizaciones de tráfico de personas, explica Yolanda. "Este es un país que está volviéndose cada vez más violento y las personas se lo pensarán dos veces antes de cruzarlo", sentencia. "Muchos lo intentarán, pero muchos también se perderán en el camino y el drama del siglo XXI es que no tenemos datos, se les considera daños colaterales y es casi conveniente no contar con esas cifras". Dice que, además, se va a necesitar tiempo, incluso una vez que se produzca esa posible entrada, para evaluar las consecuencias del fenómeno.

"Es un fenómeno totalmente manejable si nos organizamos bien, pero claro, si lo que entendemos por manejable es bajar a 5000 soldados a la frontera...", prosigue. Y concluye con la necesidad que hay de entender la estabilidad política de los países emisores como el centro de toda esta crisis migratoria: "Esto nos tiene que servir de lección".