viernes. 29.03.2024

Periodistas, expertos en comunicación, profesionales de salud, representantes y pacientes de sociedades científicas y organizaciones sanitarias adscritas a #SaludsinBulos, han participado en el II Congreso de Bulos de Salud celebrado –online– el pasado mes de octubre. Un encuentro que sirve para reflexionar cómo la COVID-19 ha generado una sobreabundancia de información o infodemia, no solo desde las plataformas digitales sino también en los medios de comunicación.

Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social abrió el encuentro alertando de que “los bulos solo contribuyen a generar más incertidumbre de la que por sí caracteriza a una pandemia. Por ello, en una situación de crisis sanitaria como la actual, debemos facilitar la comprensión y tener un mensaje común y positivo para toda la población”.

Consecuencias de la desinformación

Una mala información bien cocinada y convenientemente viralizada en las redes sociales y las aplicaciones pueden cosechar un mayor impacto en la sociedad que la información bien documentada y fiable”. Con estas contundentes palabras de Enrique Coperías, director de la revista Muy interesante, inició la conversación, junto a cinco expertos que debatieron sobre cómo este fenómeno, creciente en los últimos tiempos, ha encontrado su máxima expresión en la actual pandemia del coronavirus.

“Los profesionales sanitarios debemos ser referentes, generar confianza en la población y, sobre todo, ser accesibles para que los ciudadanos nos vean como una fuente fiable y una forma de obtener información sanitaria útil”, señaló Diego Ayuso, secretario General del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería. De hecho, el Consejo General de Enfermería ha llevado a cabo la realización de diferentes infografías, basadas en evidencias científicas, para concienciar e informar a la población sobre distintas cuestiones referentes al coronavirus.

Silvia Carrascal, presidenta del Observatorio Europeo de Análisis y Prevención de la Desinformación añadió que, aunque “la desinformación ha existido siempre, la pandemia y las redes sociales han provocado que este escenario sea más abierto que nunca. Por tanto, la clave para resolver esa información falsa que nos llega a través de plataformas digitales es la educación y el acceso al conocimiento”.

Todos estos expertos coincidieron en sus opiniones sobre los bulos, “son un peligro siempre, pero cuando tienen que ver con temas referidos a la salud tienen el doble de valor ya que en algunos casos puede llegar a ser mortal”, concluyó María Rosa Arroyo, vicesecretaria del Consejo General de Colegios Oficiales Médicos.

Estudio sobre bulos en salud

Para conocer el alcance de la proliferación de falsas noticias, Salud Sin Bulos y Doctoralia han elaborado el III Estudio sobre bulos en salud. En él participaron 327 profesionales que han reflejado sus experiencias durante la crisis sanitaria a través de una encuesta online.

Alicia Toabada y Frederic Llordachs fueron los encargados de presentar este informe en el II Congreso de Bulos de Salud.

         III estudio sobre bulos en salud. Mesa 1

Según se extrae del documento, tres de cada cuatro profesionales han atendido a pacientes preocupados por un bulo sobre el coronavirus. “Las consultas sobre bulos se multiplicaron las primeras semanas del confinamiento. Ahora, de nuevo, se está detectando un nuevo repunte”, apuntó Alicia, médico de familia y especialista en riesgo cardiovascular.

Manteniendo la tendencia de los informes previos realizados, WhatsApp continúa como el principal medio de difusión de bulos, seguido de las redes sociales y en menor medida, por la televisión e Internet.

El origen del coronavirus, cuestiones relacionadas con la posible llegada de una vacuna y las diferentes alternativas de tratamiento contra dicha enfermedad, copan el pódium de los principales temas sobre los que los expertos han detectado más bulos.

Educación contra los bulos

Educar sí, pero ¿cómo? ¿Educando a los educadores? ¿Enseñando a filtrar la información? ¿Cambiando los métodos de la alfabetización digital? Los ponentes de esta tercera mesa consideran que “llegamos tarde a esa educación porque hemos perdido la capacidad de pensamiento crítico”. “El pensamiento crítico se está convirtiendo en antipensamiento. Estamos en fase de dudar de todo, y al hacerlo, acabamos poniendo en cuarentena incluso a la ciencia”, destaca David Callejo, médico anestesista y divulgador científico.

Nos encontramos en tiempos de tempestad, en un momento de incertidumbre y de duda y por eso, es fundamental que rememos todos en el mismo sentido. “La única manera de frenar la propagación de las informaciones falsas es, precisamente, no reenviar esos contenidos, porque la tontería más grande se puede convertir en un bulo en cuestión de minutos”, apunta José Miguel Mulet, investigador y divulgador científico.

Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública hace un llamamiento a la colaboración de la población para luchar contra la mentira: “Las personas le dan mucha importancia a quién da la información, pero no dónde se ha publicado ni quién lo ha verificado. Y para ello, debemos hacer uso de las herramientas tecnológicas que disponemos, como son las páginas de Fact Checking”.

Papel del periodismo frente a la desinformación

Los medios de comunicación siempre tienen un papel clave en situaciones de crisis, y en esta, que es global, resultan cruciales. Existe una demanda importante, incluso vital, de información contrastada y verídica: un gran reto y al mismo tiempo una oportunidad para el periodismo.

“En las primeras semanas de la cuarentena, los periodistas hemos tratado de explicar qué era lo que estaba pasando, pero, más tarde, muchos medios se unieron a la polarización política. Y ahí fue donde perdimos el norte”, explica Nemesio Rodríguez, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España.

Pampa García Molina, coordinadora de la Agencia SINC, cree que “uno de los principales problemas, que ha ocasionado la circulación vertiginosa de bulos en salud, ha sido la falta de especialistas en redacciones”. Esto sucede como explica Nemesio Rodríguez porque, “cuando los periodistas descuidan su oficio, siempre hay alguien que se aprovecha”.

  Papel del periodismo frente a la desinformación. II Congreso Salud Sin Bulos

Los expertos convienen en que los periodistas no pueden estar dedicados únicamente a desmentir bulos, y que, para ello, necesitaban más herramientas. “Sin verificación y sin contrastar las fuentes, el periodismo no sirve”, afirma José Antonio Plaza, periodista y presidente de ComunicaBiotec.

Por tanto, ¿son entonces las herramientas de verificación el antídoto a esta pandemia de la desinformación?