ENDULZANDO LA VIDA A LOS DEMÁS
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Ya huele a bizcocho horneado al andar por Álvarez Quintero...

Caminando por el corazón de Sevilla nos encontramos con uno de los lugares gastronómicos más emblemáticos de la ciudad: Casa Robles.

Lo que comenzó Juan Robles en 1954 con una pequeña bodega en la calle Álvarez Quintero es a día de hoy un emblema en la ciudad hispalense. Con el paso de los años, el trabajo dio sus frutos y el negocio fue expandiéndose con la llegada de Laura y Pedro Robles, hijos de Juan y su mujer, Francisca.

Sus orígenes

Hoy toca descubrir el rincón más dulce de esta familia de hosteleros. Detrás de los maravillosos postres que se sirven en los restaurantes y caterings del Grupo Robles se encuentra Laura, junto a un equipo de siete reposteras.

Tras pasar toda su infancia rodeada de un ambiente marcado por la hostelería decidió hacer una formación profesional en administración, pero esto no era lo que más le apasionaba. Es por eso que, más tarde, decidió estudiar en la Taberna del Alabardero, la escuela de hostelería más reconocida de la ciudad. “La repostería era la parte más descuidada que había, pues no se le prestaba atención. Eso me inclinó a hacer pastelería”, cuenta Laura.

No podíamos resistirnos a subir a su obrador...

Laura nos abre las puertas del que es para ella el trocito más encantador de la empresa para contarnos los entresijos de su pastelería. Es entrar y perder el conocimiento: tartas, postres en vasitos, mini pastelitos, nata montada, chocolates...

"Este es el obrador de Robles Restaurantes. Elaboramos productos para los once negocios del grupo. Todo lo que se elabora es totalmente artesanal. Aunque intentamos innovar en muchas elaboraciones, nunca vamos a perder la esencia de la tradición; los sabores de toda la vida son los que nuestro público no quiere perder", nos dice.

Aunque Laura desearía tener un obrador más amplio y que le permitiera trabajar con mayores facilidades, es increíble ver la organización y destreza del trabajo que todo su equipo realiza.

Queríamos saber más sobre su pastelería...

Aparte de abastecer a los negocios y eventos del grupo con postres diarios, también realizan tartas personalizadas; “a la carta” nos dice Laura. Se centran en el gusto del cliente, pero siempre son ellas las que tienen la última palabra, pues no todos los sabores combinan a la perfección. Tienen encargos de tartas de cumpleaños, aniversarios, comuniones, bautizos, eventos privados... Este obrador es un no parar. Además, ahora que se acerca la Navidad nos comenta que llega el periodo de los roscones de reyes, un éxito también de su pastelería.

El olor a chocolate es enorme...

Nos confiesa que uno de los secretos de la repostería de Robles es utilizar la mejor materia prima: "los chocolates que usamos son los mejores. Trabajamos con 16 distintos tipos de chocolates según su porcentaje de cacao.” La mezcla de los olores de los distintos chocolates, que Laura nos comenta, es reconocible nada más entrar en el obrador.

Es increíble ver con la delicadeza que tratan las materias primas con las que trabajan. La finura del trabajo que hay detrás de la repostería es inverosímil. Hay que ser un artista para poder hacer figuras de azúcar, mini mantecados, mini rosquitos fritos o mini pestiños; ellas lo son.

¿Tradición o modernidad?

Hablando con Laura comenta que su pastelería es muy dinámica. Aparte de los postres de siempre, cuenta que les gusta variar e introducir nuevos sabores. La paulova es para ella el último gran éxito que ha venido para quedarse; un postre clásico de merengue seco con vainilla burbon, nata fresca montada, frambuesas y fresas naturales. “El que la conoce se sorprende y le encanta. El que no la conoce se hace adicto”, nos afirma. La imagen de abajo corresponde a esa famosa paulova pero en una versión especial, de un mayor tamaño para una celebración única. Solo deciros que en persona impresiona más. Tuvimos el placer de probarla y es verdad que uno la quiere volver a comer.

¿Alguna anécdota con famosos?

Sabiendo que por Casa Robles han pasado grandes celebridades queríamos que nos contara cuáles han sido las que más le han impresionado. Comenta que han realizado postres para la Casa Real, deportistas, políticos, artistas de la música, o incluso actores de Hollywood. Han podido degustar su maravillosa repostería decenas e incluso cientos de famosos como: la Duquesa de Alba, Niña Pastori, Joan Manuel Serrat, Rafael Nadal, Joaquín Sánchez, Tini Stoessel, Sergio Ramos... "Cuando se grabó aquí en Sevilla la película 'Noche y Día', de Tom Cruise y Cameron Díaz, fue un privilegio que nos encargaran postres para eventos privados. A Tom le cautivaron nuestros rosquitos fritos; yo, creo que algún kilillo pondría", finaliza Laura con gran sentido del humor.

Nunca nos gustaron las despedidas pero irnos de este lugar nos gustó menos aún. Sin duda, una experiencia inolvidable. El próximo encuentro con la pastelería de Laura será, sin duda, sentado en uno de sus establecimientos y con una cuchara.