viernes. 29.03.2024
REPORTAJE

De Madrid al cielo: ser artista en España

 

Ilustración realizada por Javier María González-Jurado

A lo largo de nuestra historia, los profesionales del arte han podido desarrollar su carrera al tiempo que lo han hecho muchas desigualdades territoriales. Esta brecha geográfica hace que la mayor parte de la actividad artística nacional se concentre en pocas ciudades.

 

Ilustración Javier María González-Jurado

Hace ya más de 400 años, Sevilla veía nacer y morir al pintor Bartolomé Esteban Murillo, quien desarrollaría su carrera artística de principio a fin en su ciudad natal. Desde allí se convirtió en uno de los artistas más cotizados en el incipiente mercado de las Indias para estamentos de la Iglesia y las clases altas de la época. El andaluz, cuyo trabajo fue profuso en cantidad y éxito, iría acumulando en torno a su figura un prestigio que le llevaría a influir de manera decisiva en artistas posteriores.

Pero hoy España ya no es lo que era, al menos en lo que al mundo del arte se refiere. No porque se haya perdido talento, pues el talento y el ingenio nunca abandonan una cultura tan rica como la nuestra, sino porque no se promociona adecuadamente. Vivir del arte en nuestro país se ha convertido en toda una odisea para los artistas, que estarían rodeados por una serie de condicionantes endógenos y exógenos. Por un lado, como resulta evidente, la calidad de la obra y el esfuerzo son condiciones sine qua non. Además de esto, «es necesario trabajar mucho y tener buenos contactos», asegura el fotógrafo Roberto Alegría. Pero, aparte de las dificultades más dependientes del artista, hay otras que no se pueden controlar, como son las ayudas por parte del Estado, el valor que la gente otorga al arte en sus vidas o la cantidad y calidad de ferias de arte, galerías y conciertos a los que pueden tener acceso.

Vivir del arte en nuestro país se ha convertido en toda una odisea para los artistas

Otro condicionante exógeno al que se enfrentan los artistas a la hora de buscar su espacio en el mundo es la desigualdad. Es bien conocido que el lugar en el que naces determina tus expectativas de crecimiento profesional. ¿Es así en el mundo de las artes?

La Fundación COTEC para la innovación, junto al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas han elaborado el Mapa del Talento. Su objetivo es analizar y comparar cómo las comunidades autónomas atraen y retienen el talento. Sus resultados, aunque están lejos de circunscribirse al acotado mundo de la cultura, ofrecen datos sobre la infértil y extendida idea de que el lugar de nacimiento condiciona nuestro futuro profesional o, en el caso de los artistas, la escalada hacia el éxito. Esta concepción del éxito no es otra que el hecho de darse a conocer y conseguir una cartera digna de seguidores que admiren tu trabajo (ya sean obras de arte, películas, libros o canciones). El caso es que este estudio pone el énfasis en la atracción y retención de talento, no tanto en su creación, concluyendo que «existen en España grandes diferencias regionales, dominadas por una división norte-sur», como claramente indica la línea diagonal discontinua del mapa resultante, donde comunidades como Madrid, Cataluña, Navarra o País Vasco obtienen los mejores resultados.

el Mapa del Talento analiza y compara cómo las comunidades autónomas atraen y retienen el talento

Índice de talento por comunidades autónomas en 2017 (COTEC)

Índice de talento por comunidades autónomas en 2017 (COTEC)

A partir de la introducción del factor regional como elemento condicionante del talento, es posible analizar los diferentes escenarios actuales, al menos para los dos grandes bloques de las Artes en España: las artes plásticas y la música.

El caso de las artes plásticas

Ilustración realizada por Javier María González-Jurado

Ilustración realizada por Javier María González-Jurado

Cuando pensamos en el mundo de las artes plásticas seguramente lo primero que se nos venga a la cabeza sean los grandes mecenas del Renacimiento, las academias y talleres de los artistas más importantes, los precios desorbitados… La realidad actual resulta no estar demasiado alejada de ese pasado. Sigue siendo un mundo muy complicado y dependiente de los nuevos mecenas y marchantes, que hoy se manifiestan en las galerías de arte, corazón para la actividad artística de cualquier sociedad.

el mundo de las artes plásticas sigue siendo muy complicado y dependiente de los nuevos mecenas y marchantes, que hoy se manifiestan en las galerías de arte

La historia del galerismo en España ha estado muy limitada por la situación derivada de la Guerra Civil y de la posterior dictadura. Nacho Ruiz en la revista Descubrir el arte  lo explica a la perfección. Solo a finales de la autarquía empezó a generarse una clase empresarial que podía acceder a las vanguardias de otros países y conocer la actualidad del mundo del arte. Figuras como Helga de Alvear, Juana Mordó o la archiconocida Juana de Aizpuru pasaron del coleccionismo al galerismo apoyando a los artistas emergentes de la época.

Además, fueron las promotoras de una de las ferias de arte contemporáneo más importantes del mundo, ARCO. Juana de Aizpuru fue la que tuvo la idea de crear una feria al estilo de las más relevantes de la época (la Feria de Basilea o la FIAC de París). Esta supuso la inclusión definitiva de España en el mundo del arte. Posteriormente, durante los 2000, los artistas plásticos españoles exponían en galerías de toda España y parte de Europa, pero fue la crisis económica del 2008 la causante de una gran marcha atrás en el sector con el cierre de muchas galerías.

Al tiempo que sucedía esta expansión de las artes plásticas en España, ocurría un fenómeno adverso: las galerías, ferias y convenciones de arte se establecieron principalmente en Madrid, dejando al resto de España en una situación más desigual y complicada. Decía Juana de Aizpuru que en un principio quería que ARCO se desarrollase en Barcelona, pero que al final se decidió por Madrid por la fundación de IFEMA. Madrid es la capital del mundo de las artes plásticas en España. Las galerías de prestigio se encuentran allí y estas suponen cerca del sesenta por ciento de las ventas de arte en España, lo que hace que desarrollar una carrera artística sea más sencillo en la capital.

el 46,9% de los artistas españoles no llega al salario mínimo interprofesional en el desempeño de su profesión

A nivel general, en cualquier caso, España ha dejado de ser un país apropiado para la creación artística. Según el estudio La actividad económica de los/las artistas en España publicado por la Universidad de Nebrija con el apoyo de la Universidad de Granada, el 46,9% de los artistas españoles no llega al salario mínimo interprofesional en el desempeño de su profesión. Dentro de los encuestados, más del 70% no puede vivir únicamente como artista, y más de la mitad no tiene una vivienda en propiedad. La mejor solución para muchos de ellos es buscar nuevos horizontes fuera de nuestro país, ya que, según el mismo estudio, suben tanto los ingresos como el precio de cotización de las obras.

Ante este panorama tan gris, ¿qué opinan los estudiantes de Bellas Artes? Hablamos con María y Andrea, que estudian este grado en Madrid y Sevilla respectivamente. Ambas coinciden en la misma idea: aunque les gusta la creación plástica, ninguna quiere dedicarse en exclusiva a eso. María, de hecho, tiene pensado dejar la carrera «aunque siga teniendo una “bella artina” en el alma». Andrea, en cambio, quiere dedicarse, dentro del mundo de las artes, a la enseñanza o la ilustración. «Si tengo la posibilidad, pues hacer exposiciones y moverme en el mundo del arte, pero como algo secundario a mi trabajo principal».

También comparten su visión sobre la percepción del arte en nuestro país: «creo que en otros países hay mucho más movimiento que en España», dice Andrea. Para María, «el arte no está tan bien considerado como en otros lugares de Europa». Andrea nos confirma además que existen diferencias en la trayectoria según tu lugar de nacimiento. «La enseñanza no es la misma. Por ejemplo, este año de erasmus en Lodz, Polonia, la facultad de Bellas Artes tenía muchísimos más recursos, estaba enfocada al diseño, era más libre. La Universidad de Sevilla, en cambio, era más académica».

Por esto, entre otros motivos, a Andrea no le importaría salir de España: «en general, desarrollaré mi carrera fuera de España, creo que hay más oportunidades fuera», asegura la estudiante sevillana. María no comparte la misma opinión, la filosofía de la madrileña es que «quien algo quiere algo le cuesta. No puedes dejar que el lugar en el que has nacido te determine, por supuesto a algunos les costará más que a otros».

Andrea al ser preguntada sobre la diferencia interregional dentro de España tiene clara su respuesta: «excepto en las grandes ciudades, hay un gran desconocimiento sobre el tema». Ella menciona Barcelona como ciudad más activa en el mundo de las artes y nos cuenta su experiencia: «he asistido a muchas exposiciones de artistas emergentes y muchas de ellas no han sido exitosas. La gente aquí desconoce el tema y no se interesan por la compra».

El caso de la música

Si bien todos sabemos que el talento musical es susceptible de cuajar en cualquier región de España, también habría que tener en cuenta que no todos los cantantes topan con las mismas facilidades en lo que al acceso de la industria musical se refiere. La cantautora gaditana, Carmen Boza, prefiere apelar a las diferencias (sub)culturales de cada zona de España: «creo que existe un poso cultural en cada región: el flamenco en el norte en mucho más difícil de encontrar en Barakaldo que en Medina del Campo». Pero la linense introduce en su reflexión la brecha entre géneros musicales, lo que nos aleja todavía más de nuestro propósito, aunque es sin duda una línea interesante.

el talento musical es susceptible de cuajar en cualquier región de España, pero no todos los cantantes topan con las mismas facilidades en lo que al acceso de la industria musical

Carmen Boza ofreciendo un concierto para Radio 3

Carmen Boza ofreciendo un concierto para Radio 3

En nuestro caso, las trabas del cantante español actual pasan por un problema endémico de generación de incentivos, que estaría motivando a artistas jóvenes emergentes a afincarse en ciudades diferentes de su ciudad natal, generalmente Madrid o Barcelona. Tanto es así que el archiconocido cantautor ubetense, Joaquín Sabina, hablaría de Madrid como «otra capital de Andalucía», una región que vio nacer a artistas de la talla de David Bisbal, Manuel Carrasco, Vanesa Martín o los Pablos: Alborán y López, ambos malagueños.

las trabas del cantante español actual pasan por un problema endémico de generación de incentivos, que estaría motivando a artistas jóvenes emergentes a afincarse en ciudades diferentes de su ciudad natal, generalmente Madrid o Barcelona

Aunque todos sienten una conexión muy fuerte con sus raíces, reconocen en la capital madrileña su segunda casa, el lugar que les ha dado la oportunidad de dedicarse a lo que más les gusta. Un caso parecido es el del letrista de 25 años Andrés Iwasaki que, habiendo nacido en Sevilla, ha vivido ya en Madrid y Newcastle, una lista a la que espera sumar más destinos. Este joven compositor y cantante, quien participara en la última edición del programa de televisión La Voz, nos habla de las políticas culturales y el clima como factores que pueden contrarrestar el determinismo geográfico. Escalar al éxito desde Madrid o Andalucía no es lo mismo, «son circuitos muy distintos» afirma Iwasaki. «En la primera hay muchas opciones culturales y se reúne gente de todas las regiones». ¿Podríamos hablar, entonces, de Madrid como ciudad-filtro?

Antes de contestar a la pregunta, es importante entender qué es un circuito y en qué pueden estos influir a los cantantes españoles. Según la Real Academia Española, es un «recorrido previamente fijado que suele terminar en el punto de partida». En la música, y basándonos en el Mapa del Talento anteriormente explicado, es el camino que recorren la mayoría de los cantautores, cantantes y bandas musicales hacia ciudades cosmopolitas como Madrid o, en caso de nacer en las regiones del Sur como Andalucía, Murcia, Extremadura o Canarias, hacia comunidades autónomas del Norte, donde parece que las instituciones locales luchan por atraer y retener el talento con mayor ahínco.

Este es el llamado exilio intrarregional, un flujo de movimientos que corre la suerte de producirse dentro de las fronteras españolas, una experiencia que el cantautor gallego y natural de Ferrol, Andrés Suárez, conoce bien. Llegó a la capital para encontrar lo que a su tierra le faltaba: música en directo a todas horas todos los días de la semana, un lapso al que las nuevas generaciones se refieren con la abreviatura 24/7. Esta necesidad imperante de Suárez de ampliar su círculo y darse a conocer nos transporta de nuevo a las palabras de Andrés Iwasaki: «siento que aquí en Madrid el círculo de cantautores está más diseminado por diferentes bares, barrios, etc. Es más difícil conocerlos a todos».

Andrés Iwasaki cantando en el programa musical La Voz

Andrés Iwasaki cantando en el programa musical La Voz

La londinense afincada en Madrid, Sofía Ellar, no puede ser sino otro ejemplo donde la capital española se ha convertido en paso de obligado cumplimiento (de ahí la anterior metáfora del filtro), provocando incluso que esta joven nacida en Londres cite su actual ciudad de residencia en su último tema Barrer a casa, publicado durante el confinamiento. La artista se muestra muy preocupada ante su futuro incierto y el de sus compañeros de profesión, todos autónomos y muy dependientes de las aglomeraciones de gente que son los conciertos: «pediría que no se nos deje abandonados».

En definitiva, todos los casos citados son ejemplos evidentes de circuitos, maneras particulares de trazar el camino hacia la fama, sin ser esta la motivación última de la mayoría de los cantantes españoles, sino más bien el efecto colateral de la consecución de sus sueños. Muchos artistas completan el circuito volviendo a casa, como hizo Pablo Alborán antes del estado de alarma, pero este tiempo en familia es tan solo un efímero momento de descanso hasta volver a Madrid cuando la actual crisis por COVID-19 lo permita.

De Madrid al cielo

La progresiva concentración de los centros más importantes de desarrollo de las artes plásticas en las grandes ciudades del norte, esencialmente Madrid, dificultan las perspectivas profesionales de las nuevas generaciones de artistas, muchos de los cuales se ven obligados a abandonar sus lugares de origen para dedicarse a lo que de verdad les gusta.

En cuanto a la música, el panorama no es mucho más esperanzador. Los músicos siguen encontrando en la capital o Barcelona el lugar idóneo para consolidarse como artistas, algo que desde hoy apuntan a hacer lejos de las discográficas y cada vez más cerca de sus oyentes, a través de iniciativas como el crowdfunding.

esto es algo que podría remediarse a través de la centralización de políticas culturales exitosas y simétricas

El caso es que el Mapa del Talento estaría en lo cierto al plantear la brecha Norte-Sur, que pasa por una indudable mala gestión de algunas comunidades autónomas españolas. Con suerte, esto es algo que podría remediarse a través de la centralización de políticas culturales exitosas y simétricas, así como la puesta en marcha de incentivos para los jóvenes de toda España, sin excepción de ninguna ciudad del país, para que no tengan que lidiar en el futuro con el doloroso circuito que es pasar por Madrid para construirte un nombre.

Las cosas para artistas como Murillo eran mucho más fáciles hace 400 años: el pintor nacería, desarrollaría su obra y moriría en Sevilla. Hoy, talentos como el suyo necesitan de la movilidad interregional para poder brillar como se hacía entonces.