viernes. 19.04.2024
Festival de Cine de San Sebastián

La película Princesita da voz al acoso sexual y psicológico

Basada en hechos reales sucedidos en el sur de Chile. Donde una secta familiar tiene un solo propósito y creencia: un nuevo orden es necesario. Tamara, de 11 años, es la encargada de procrear a los líderes del nuevo mundo. La exploración sexual de Tamara a manos de un compañero de curso, reñida con su "destino", tendrá consecuencias insospechadas, lo que marcará su violento paso de niña a mujer. ("Festival de San Sebastián", 2017)

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Fotograma de la película.

El pasado domingo 24 de septiembre asistí al estreno de Princesita una película de la sección “nuevos directores” de esta 65ª edición del Festival de Cine de San Sebastián. Dirigida por Marialy Rivas, nos encontramos ante un drama psicológico que no solo denuncia la hiper masculinización del mundo, sino que da voz a todos los acosos que han recibido tanto mujeres como niñas durante años.

La película comienza con una escena familiar simulando el paraíso que contiene una conexión directa con el final del filme.

Tamara, una niña de 11 años, pasea con sus padres por un sendero, pero lo que parece ser una familia feliz empieza a derrumbase por momentos.
Todo comienza a ser escalofriante cuando descubrimos a Miguel, el líder de esta comunidad cuyo propósito es engendrar con ella un varón que le sustituya al frente de este misógino grupo dominado únicamente por hombres

La composición de los planos, la música, el color de las escenas, la estética de la película, la extraña positividad de la joven, las luces de neón y los pensamientos internos (voz en off) desatan el dolor en tu interior. Te elevan a la lucha contra la desigualdad del mundo y la sumisión de las mujeres

 

Princesita, muestra la realidad desde el punto de vista de la víctima

Del mismo modo, no deja de sorprendernos y darnos una luz de esperanza la película cuando aparece en pantalla la figura de la maestra. Una mujer que lucha contra viento y marea por sacar a Tamara de ese ambiente tóxico y que representa la lucha actual de todas las mujeres por conseguir plenamente la igualdad.


“Quise mostrar la realidad de las víctimas en las escenas del acoso, entreviste a muchas y todas coincidían en la pérdida de memoria y las imágenes borrosas” contaba Marialy Rivas en el coloquio posterior a la proyección.

El filme, muestra la experiencia de la protagonista y nos coloca en sus zapatos tanto en las escenas más duras como en las más reivindicativas. Las escenas de acoso y violación las muestra desde un punto de vista real y nada ficticio  que hace que nos adentremos en la piel de la protagonista.

Actualmente, siguen existiendo casos de acoso sexual y psicológico en niños. Un problema que lleva vigente muchos años y que necesita visibilidad para su erradicación.

Lamentablemente, Princesita, aunque conmovió a todo su público, no resultó ser la ganadora, aunque se colocara como una de las favoritas durante casi toda la semana. Tengo claro que ha sido una de mis películas favoritas del festival y espero que tenga el reconocimiento que se merece.

La película Princesita da voz al acoso sexual y psicológico