viernes. 29.03.2024
Cine

4 películas para conocer la realidad social en México

Una selección de películas que  deberías ver para conocer un poco más sobre la realidad sociopolítica mexicana y a sus directores. 
Alfonso Cuarón, director de cine mexicano, durante el rodaje de Roma. Fuente: Europa Press
Alfonso Cuarón, director de cine mexicano, durante el rodaje de Roma. Fuente: Europa Press

Los medios audiovisuales juegan un papel muy importante en nuestra forma de ver el mundo. Tanto el cine como las series tienen un gran potencial para educar, transmitir valores e influir en la sociedad de forma positiva, pero también pueden fomentar que se tenga una imagen incompleta o sesgada de una realidad. En el caso de México, algunos de los productos audiovisuales que más han triunfado en otros países tratan sobre la vida de los narcotraficantes, romantizando su ascenso al poder y su estatus socioeconómico.  

Series como Narcos: México ponen el foco en los narcos y sus cárteles, que prácticamente se convierten en antihéroes, y alejan la mirada de las víctimas del narcotráfico. Sin embargo, la realidad sociopolítica mexicana es más compleja y su cultura es mucho más rica de lo que dejan ver estas series. Y hay alternativas cinematográficas que la representan de forma más completa. Así, te recomendamos estas cuatro películas sobre México, dirigidas por cineastas locales, para conocer un poco más sobre algunas de sus realidades sociales. 

1. Roma, de Alfonso Cuarón (2018)

Roma es uno de los grandes títulos mexicanos más recientes. Basándose en su propia experiencia, Alfonso Cuarón nos relata en ella la vida de dos empleadas del hogar de origen indígena que trabajan en la casa de una familia mexicana de piel blanca y de clase media-alta. Cleo, interpretada por Yalitza Aparicio, es una de las dos trabajadoras y la protagonista de la película. A través de ella vemos la realidad social de México, en la década de los setenta, de una forma bastante cotidiana y realista, con una representación clara de la estructura en clases sociales y de las desigualdades sociales de los indígenas y con el foco puesto en las mujeres, la discriminación y la represión.

Aunque está basada en el México de hace cincuenta años, Roma ilustra dinámicas que hoy en día perviven, especialmente el racismo y el rechazo que existe hacia las poblaciones indígenas, principalmente hacia las mujeres, y que no siempre se reconoce en el país. Así, fue un éxito a nivel social que Yalitza Aparicio fuera la primera actriz indígena en ser nominada a un Óscar a la Mejor actriz o que Roma fuera la primera película en español, y con fragmentos en una lengua indígena, en ser nominada al Óscar a la Mejor película. Pero también la conversación que se abrió en torno a ese racismo a raíz de los comentarios y las críticas despectivas que se dirigieron a su protagonista. 

2. Tempestad, de Tatiana Huezo (2016)

Tempestad es una película documental dirigida por la directora mexicano-salvadoreña Tatiana Huezo. Es un relato sobre las historias reales de dos mujeres, Miriam y Adela, víctimas de la violencia y la impunidad en el país. La primera tuvo que pasar unos años en prisión por haber sido falsamente acusada de tráfico de personas. La segunda, trabajadora en un circo ambulante, lleva una década buscando a su hija desaparecida, luchando contra las autoridades y exigiendo respuestas al gobierno. Mientras las historias de ambas protagonistas son narradas con voz en off de forma intercalada, las imágenes nos muestran un viaje por México de norte a sur. 

Las desapariciones forzadas y el tráfico de personas son dos fenómenos que afectan gravemente al país, con tragedias como la de Ayotzinapa, una pequeña aldea en el estado de Guerrero en la que desaparecieron 43 estudiantes en 2014, cuyas familias siguen sin saber nada de ellos. En Tempestad, Huezo nos acerca el drama de las desapariciones, la impunidad, la injusticia y, en general, la violencia y la presencia del crimen organizado en México. Y lo hace de forma honesta y poniendo el foco en las víctimas para humanizarlas y dar voz a sus testimonios, en lugar de dramatizar su tragedia. Así, consigue que dos voces sean el eco de miles de personas que viven situaciones muy parecidas. 

3. Sueño en otro idioma, de Ernesto Contreras (2017)

Sueño en otro idioma se aleja de esas tragedias sociales y nos enseña otra parte de la cultura mexicana. Ernesto Contreras, director de cine nacido en Veracruz, nos regala una película en la que, en un pequeño pueblo de la selva del Estado de Veracruz, un joven lingüista se esfuerza por obtener el registro del zikril, una lengua indígena que está a punto de desaparecer, pues solo quedan tres hablantes: una anciana, que fallece, y Evaristo e Isauro, dos ancianos que llevan medio siglo sin hablarse debido a algo que les ocurrió en el pasado y que guardan en secreto.

Partiendo de esa historia, se nos muestran una serie de creencias y tradiciones, una forma de ver el mundo que, enmarcada en todos los paisajes de la jungla y el vínculo que los zikriles tienen con ella, nos acerca la magia de las culturas indígenas mexicanas, todo cargado de ese realismo mágico propio de la literatura hispanoamericana y, de manera muy interesante, incluyendo la homosexualidad en su narración. Además, aunque el zikril sea una lengua inventada para la película, retrata un fenómeno muy real: en México, el país con la mayor diversidad lingüística del mundo, el 60% de sus lenguas indígenas corren el riesgo de desaparecer.  

4. Vuelven, de Issa López (2017)

Vuelven, de la escritora y directora mexicana Issa López, rompe totalmente con la narrativa de Tempestad para contarnos una historia muy parecida. En este caso, desde el género del thriller, el terror y la fantasía, narra la historia de Estrella, una niña de diez años cuya mamá ha desaparecido y que se une a un grupo de otros niños huérfanos, quienes se ven involucrados en las disputas entre distintos grupos del crimen organizado. En este mundo liderado por la violencia y el horror, Estrella desea que su madre vuelva y esta lo hace como fantasma.

Issa López utiliza el género de terror, normalmente desligado de estas realidades sociales, y lo carga de fantasía, empatía y emoción para hacernos reflexionar sobre el horror y las consecuencias del crimen organizado y la violencia que este genera en la vida de los niños. Mostrando, así, el deseo de recuperar a los familiares o amigos desaparecidos y que la única manera de sobrevivir a estas tragedias es la resistencia, la lucha y la amistad.  

Los cuatro directores y un poco más sobre su obra 

Conoce algunos detalles sobre la vida y la filmografía de Alfonso Cuarón, Tatiana Huezo, Ernesto Contreras e Issa López a través de este contenido interactivo.