Carlota Pérez de Castro:
“La tendencia natural de toda obra es ser admirada”
Hablamos con la joven artista que, junto a sus compañeras de gremio Sofía Medina y Patricia de Norverto, ha sacado sus obras a la calle ante las restricciones por la pandemia
Vestidos de blanco y con las obras a los hombros, más de una treintena de personas caminaron en silencio, el pasado mes de octubre, desde el Parque del Retiro hasta el Museo del Prado con la intención de hacer una simbiosis entre los lugares que habían inspirado a las jóvenes artistas Carlota Pérez de Castro, Sofía Medina y Patricia de Norverto y sus creaciones. A falta de lugares expositivos para talentos emergentes, a lo que se añade las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19, estas artistas echaron mano de la imaginación que se le presupone a todo creativo para llevar a cabo su primera “Exposición andante”.
Hablamos con Carlota, que junto a sus compañeras Sofía y Patricia ha sido la precursora de esta exposición itinerante.
Todo surge del hartazgo tras numerosos aplazamientos y cancelaciones de sus respectivas exposiciones: “hablamos entre nosotras y dijimos: tenemos que adaptarnos porque nos están hundiendo”, nos cuenta Carlota. Y añade que, “para un artista, creativamente hablando, tener preparada una exposición, con todo lo que conlleva y que después te la cancelen y no puedas enseñar tu obra es muy frustrante, y a veces hasta genera bloqueos creativos.
Sin embargo, tras esa motivación - “Tenemos que sacarlo”, como convinieron Carlota y sus compañeras-, la realidad de las galerías, que solo promocionan a artistas de prestigio, se imponía. Pero tampoco esto les frenó: “los jóvenes artistas no tenemos oportunidades, y si no las tenemos, vamos a generarlas nosotras; vamos a salir a la calle con los cuadros, vamos a hacerlo de una manera bonita, por amor al arte y con mucha belleza y alma, sin ofender a nadie, al contrario”, explica la artista. Y lo harían, salieron a la calle para “regalar nuestras obras y a la vez nosotras mismas poder disfrutar de los demás”.
Porque, ¿qué sentido tiene el arte si no es ser admirado?
Una obra que está en casa cogiendo polvo es muy triste. Por el contrario, si una obra la puede admirar alguien y existe una interacción con ella, al verla con otros ojos puede decirte: pues me gusta, o no me gusta, y será entonces cuando esa obra estará completada ya que es su tendencia natural; se pinta para que alguien la vea y reciba ese mensaje. Fue entonces cuando decidimos hacer una exposición andante.
¿Cómo organizasteis la exhibición por las calles de Madrid?
Conseguimos pasear 10 obras cada una, con 10 personas voluntarias que las llevaban. Paseamos en línea recta y en silencio desde la Puerta del niño Jesús, cruzando todo el Retiro, lo cual fue un momento precioso, con una luz increíble; nos íbamos parando para que la gente pudiera mirar las obras. Luego pasamos por la Puerta de Alcalá, bajamos hasta el Palacio de Cibeles, lo cual, para mí, fue un momento especial ya que el año pasado tuve el privilegio de poder exponer allí mis obras y este momento fue como volver a traerlas a casa. El recorrido lo acabamos en el Museo del Prado, con la intención de hacer una simbiosis entre el arte que nos había inspirado, la historia del arte que es imprescindible y lo que nosotras habíamos creado a partir de ello. Fue muy bonito terminar en ese museo tan simbólico de Madrid.
¿Elegisteis este recorrido por algo en especial?
El Retiro es como “tierra de nadie”, además de ser el contacto con la naturaleza de una ciudad que va muy rápido. Fue la parte en la que más disfrutamos al poder caminar tranquilos junto con las personas que paseaban, se notaba la emoción sin el ruido de la ciudad. Fue el momento de disfrute personal de lo que habíamos hecho. El momento de salir a la ciudad fue en el que de verdad se podía dar voz a este proyecto porque es donde más gente lo vio; gente grabando desde las ventanas, personas que nos paraban por la calle, coches que se paraban a verlo… fue donde de verdad tuvimos el impacto que buscábamos.
¿Cuál era vuestro objetivo con este proyecto?, ¿qué queríais transmitir y a quién?
Queríamos sacar nuestras obras a la calle porque lo teníamos todo cancelado. Aunque haya un virus, el arte no se puede frenar, no puede desaparecer. Teníamos que sacarlo, compartir lo que hacemos y además nos gustaría que esta iniciativa no fuera algo puntual, sino que cualquier artista o persona que se sienta como nosotras, ya sean artistas del mundo pictórico, músicos, actores, etc., salieran a la calle a exponer su obra, en cualquier lugar de España. Si alguien siente esa necesidad, que lo haga, que hagan una exposición andante, se vistan todos de blanco y paseen sus obras. Yo creo que igual que nosotras hay muchísima gente y este proyecto ha sido un poco luchar en nombre de todos los artes.
Nadie nos está diciendo: no podéis hacer arte, pero la situación está siendo muy difícil para todos y tenemos que adaptarnos. No queremos llenar una galería de gente en esta situación, pero sí queremos seguir pudiendo mostrar nuestro arte, por eso hemos buscado una alternativa y nos hemos adaptado a la situación; hemos sacado la parte positiva de ella. A lo mejor hay gente que tiene miedo, y queríamos darle ese empujón que quizá le faltaba.
¿Qué ha significado para ti personalmente esta exposición?
Esto ha sido una iniciativa en grupo y para nosotras ha supuesto una felicidad absoluta el poder mostrar lo que hacemos, sumado a la felicidad que supone que las personas que se han involucrado hayan disfrutado y se hayan sentido parte de la obra; incluso personas que no se dedican al mundo del arte, pero les gusta. Ha sido muy emotivo. Hemos vuelto a tener fe en la humanidad después de muchos golpes con las cancelaciones de las exposiciones. Hemos vuelto a creer en que se puede hacer y que hay gente bella en la vida, gente que lo aprecia, gente que lo admira, no hemos recibido ninguna mala cara, nadie que nos juzgara; ha sido todo positivo.
¿Os plantearíais realizar esta exposición de forma periódica?
Por supuesto que sí. El momento en el que terminamos fue precioso; todo el mundo aplaudía y pedía más, querían volver a formar parte de algo así. Esto significó mucho para nosotras y nos dio las ganas de querer seguir con ello. Nos encantaría hacer una exposición más grande, con más artistas, nos encantaría crecer y que personas de fuera de Madrid se sintieran libres de participar, aunque sea en sus ciudades o pueblos, sería bonito generar una iniciativa con las personas que pueden sufrir ese bloqueo.
Lo vi por Instagram y me sorprendió mucho, lo vi como una forma de acercar vuestro trabajo a las personas, de hacerlo de la forma más personal posible haciendo partícipe a la gente…
Sí, sí, totalmente; las personas nos miraban, se les iluminaba la cara y nos daban las gracias porque decían que les habíamos alegrado el día. La gente está asustada de meterse en galerías, en espacios cerrados y de repente se encontraban con algo así por la calle, lo disfrutaban de verdad. Incluso la policía nos daba la enhorabuena; todo el mundo lo aceptó muy bien y eso nos ha dado la motivación para continuar.
Exacto, eso os ha dado la motivación de decir: hemos hecho bien las cosas, se puede volver a repetir…
Claro, se ha entendido. Hemos conseguido transmitir lo que queríamos y eso que quizás a veces no es tan fácil.
¿Crees que la exposición ha conseguido despertar el interés de las personas que quizás antes no se interesaban por el arte?
Yo lo he notado en las personas voluntarias que ese día llevaban nuestras obras, porque no son personas vinculadas al mundo del arte y se les ha despertado ese interés. Se han visto en un círculo creativo en el que se sabía que cualquier cosa que quisiéramos hacer en un futuro, nos íbamos a apoyar los unos a los otros. Teníamos que volver a hacer esos colectivos de artistas y apoyarnos, no lo que ocurre ahora que nos hemos vuelto muy individualistas.
Por otro lado, a nivel social no podría describirte la cantidad de mensajes de gratitud de las personas diciéndonos: gracias por continuar, gracias por exhibir, gracias por seguir en esta situación hacia adelante, gracias por la inspiración.
En definitiva, la exposición ha tenido el efecto que buscabais…
Ha superado con creces nuestras expectativas.
Sabemos que la COVID-19 ha afectado mucho al mundo del arte y sobre todo a los jóvenes artistas que quizá no tengan un bagaje detrás que los respalde. ¿Crees que esta iniciativa ha podido ser el primer paso para superar esta situación?
Es un problema real el que existe en torno a este tema, pero yo entiendo que las galerías necesiten dinero para poder salir adelante y quienes les dan dinero son los artistas reconocidos y de prestigio, entonces van a lo seguro. La gente no apuesta y si no apuesta por jóvenes talentos o nuevos artistas, nosotros no tenemos esas oportunidades.
Es por eso por lo que tenemos que movernos y buscar la forma para hacer llegar nuestro arte. Ahora vivimos en un mundo en el que las redes sociales, internet y los medios de comunicación te pueden ayudar mucho y puedes encontrar tu hueco; no tienes que esperar en tu casa a que alguien te toque con una varita mágica y te diga que vas a hacerte un artista reconocido, porque eso no pasa.
Nosotras estuvimos más de un mes pensando que teníamos que hacer algo y para ello no parábamos de generar ideas y de estar todo el rato pensando en cómo seguir compartiendo nuestras obras y cómo avanzar en este mundo porque ahora es muy difícil; además, económicamente el arte es un capricho, no una necesidad, por eso nos ha parecido una buena forma de visibilizar a los artistas y de dar a conocer sus obras. Sobre todo, ha sido un gran disfrute personal el poder enseñar para poder seguir generando; al final, que te quiten la creatividad yo creo que es lo peor.
Ahora mismo me encuentro en la búsqueda de esa razón que nos haga “sobrevivir” a los artistas, y esta iniciativa ha sido el primer movimiento que hemos hecho en esa búsqueda y se ha aceptado de muy buena forma por parte de las personas, y por eso vamos a seguir buscando.
En la búsqueda por conocer un poco más acerca de las inquietudes de Carlota, nos adentramos en el terreno más personal de la joven artista. Cercana, positiva y entusiasta, Carlota nos responde de la forma más sincera posible.
¿Qué significa para ti el arte?, ¿qué representación tiene en tu vida?
Para mí el arte es una forma de expresarse; es la forma en la que yo me expreso. No soy capaz de expresarme mediante las palabras o mediante la música porque no son mi medio, yo me expreso a través de la pintura y todo lo que siento o quiero transmitir lo plasmo ahí.
¿Cómo artista te sientes valorada y percibes el interés por tus obras por parte de personas que no te conocen?
La gente joven me apoya muchísimo, me da mucho feedback. Hace unos meses que dediqué mi cuenta de Instagram para subir únicamente mi arte, y desde entonces la gente joven que me sigue me comenta, me ayuda, me da feedback, me compra cuadros y me apoya. Hay gente que hace trabajos en los colegios o universidades sobre mí. Noto mucho el apoyo por parte de gente joven porque creo que se siente cercana e identificada. Es esta misma gente, la de mi generación, la que me motiva...
Es cierto lo que comentas, al final las redes sociales han permitido dar voz a quien lo necesitaba…
Las redes sociales y los medios de comunicación son tu galería, y a lo mejor puedes llegar a gente que no te conoce pero que sí le gustaría conocerte. Aun así, hay que pelearlo. Desde marzo yo he estado subiendo únicamente todo mi arte y he podido notar cómo el alcance hacia otras personas crecía. Esto me motiva mucho a seguir.
¿Consideras entonces que las manifestaciones artísticas como el arte, la fotografía, el cine, el teatro etc. tienen un papel más importante en la sociedad?, ¿crees que se ha podido incentivar en la cuarentena?
El ser humano es creativo por naturaleza. Hemos podido ver cómo las personas durante el confinamiento se han acercado a cualquier forma de arte posible, ya sea pintar un cuadro, bailar, tocar un instrumento…al final cuando no tienes nada que hacer, se despierta la creatividad en las personas y como consecuencia de esto se valora aún más el arte. Puede ser que haya una conciencia global de la gente que, al haber estado encerrada y haber probado el arte, se haya dado cuenta de lo difícil que resulta y por ende ahora exista una mayor valoración, apreciación y disfrute.
Me gustaría concluir esta entrevista haciéndote saber que creo que esta iniciativa es un empujón a la gente joven, a la gente con ganas, a aquellos que buscan oportunidades, que se merecen tener su sitio y que esto se cuente.
No sabes lo que te lo agradezco, porque una persona que no nos conoce de nada, que ha visto el proyecto y le ha inspirado para contarlo, me parece que al final con estos pequeños gestos hemos conseguido lo que buscábamos.
Cuando acabamos la exposición, la gente que participó en ella nos dijo que se sentían parte del cuadro, como si la obra fuese suya. Al llevarlo colgado, cuando la gente les preguntaba, ellos respondían en primera persona, como si fuesen parte de la obra o el cuadro fuese obra suya; eso al final ha generado un vínculo precioso, y que para nada nos esperábamos. Esta performance ha sido increíble en todos los sentidos y por ello queremos volver a repetirlo. Estamos pensando en volver a realizar otra en el mes de diciembre o a ser posible que nos den fecha para realizarla en el Jardín Botánico y quizá acabar en un museo.
Este es el primer paso; el primer paso para conseguir algo grande. Tres jóvenes artistas que dejan atrás miedos y frustraciones y se unen en la búsqueda de nuevas iniciativas. Carlota, Patricia y Sofía nos han adentrado en el mundo del arte, su mundo, nos han hecho partícipes y nos han recordado la importancia de dar voz y lugar a aquellos que lo necesitan.
La gente joven está al pie del cañón, dispuesta a todo, con ganas, con esfuerzo, con sacrificio, con motivación. Una iniciativa que nace desde la humildad, por amor al arte, nunca mejor dicho, y con la esperanza de poder dar la oportunidad a otros artistas de mostrar al mundo su trabajo y su esencia. Como bien decía Carlota, “la tendencia natural de toda obra es ser admirada; es entonces cuando se crea esa belleza en el arte, cuando la obra es compartida”.
