jueves. 18.04.2024
INTERNACIONAL

El subdesarrollo del continente africano, explicado

La gran mayoría de los países de África han tenido que adaptarse a las invasiones y al posterior mandato imperial a lo largo de su historia, sin capacidad de autodeterminación hasta hace poco.

Subdesarrollo en África: falta de acceso a agua potable
Subdesarrollo en África: falta de acceso a agua potable

En la Conferencia de Berlín (1884-1885), potencias europeas como Francia, Reino Unido, Alemania, España, Bélgica, Portugal o Italia se repartieron el territorio africano cometiendo graves errores, ya que las fronteras de los nuevos estados coloniales que entonces se crearon no se alineaban con las divisiones políticas, sociales, étnicas y económicas existentes por aquel entonces. Por ejemplo, se estaban dividiendo los territorios pertenecientes a un mismo grupo étnico en varias zonas diferenciadas, cada cual pasando independientemente a formar parte de los nuevos países controlados por las potencias coloniales y, por tanto, quedando separados dichos grupos en diferentes Estados. Esta repartición arbitraria e injusta provocó que aparecieran los primeros movimientos irredentistas y los posteriores conflictos étnicos a nivel regional (regímenes de apartheid en Sudáfrica y Zimbabwe; guerras civiles en Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Nigeria, Sierra Leona, Somalia, Angola, Rwanda, etc.; conflicto de Darfur en Sudán provocado por las sequías; conflicto en el Sáhara Occidental por su autodeterminación; guerra de Uganda – Tanzania; genocidio de Rwanda; insurgencias islamistas en Nigeria; etc.).Reparto colonial de ÁfricaEsta situación de predominancia del colonialismo se prolongó hasta pasada la mitad del siglo XX, y es que no fue hasta 1951 cuando se independizó Libia (considerado el primer país colonizado del continente africano en liberarse). Posteriormente, llegarían las independencias de Marruecos, Sudán y Túnez (1956), Ghana (1957) y Guinea (1958). No obstante, el resto de los países tuvo que esperar unos cuantos años más. Las colonias francesas y británicas, por ejemplo, se independizaron masivamente durante la década de los 60 (excepto Comoras, Seychelles y Yibuti, que lo hicieron en 1975, 1976 y 1977 respectivamente). Las portuguesas, por su parte, tardaron un poco más, no siendo hasta 1975 cuando Angola, Mozambique y Guinea-Bissau se convirtieron en Estados independientes. A continuación, se muestra un mapa elaborado por El Orden Mundial en el que se pone fecha a la independencia de cada uno de los países de África:Fechas descolonización ÁfricaUna de las teorías que ha intentado explicar el porqué del subdesarrollo del continente africano ha sido la tesis del subdesarrollo, la cual se entiende como premisa en un contexto en el que todos los Estados operan en un único sistema global dominado por el capitalismo. A pesar de esto, la idea consiste en pensar que no todos los Estados se ven iguales en el Sistema Internacional, ya que estarán divididos en dos grupos, los desarrollados (Estados occidentales coloniales) y los menos desarrollados de la periferia (Tercer Mundo).

Lo que critica esta tesis del subdesarrollo es que el continente africano ha sido subdesarrollado sistemáticamente por los propios intereses de los grandes imperios coloniales, cosa que dejaba a los nuevos Estados creados en una posición muy vulnerable y dependiente. Además, habla también de que la prosperidad de la que disfruta hoy en día Occidente ha sido conseguida gracias a la explotación de los recursos de la periferia, desarrollando así sus economías a expensas de esta. El legado económico recibido, por tanto, hace que los países africanos estén en una situación de desventaja en la economía internacional, con un profundo subdesarrollo de los recursos humanos y sin servicios públicos prácticamente.

Además, actualmente, el crecimiento de muchos de los países de África se está viendo limitado al desarrollo del sector primario, de forma casi exclusiva, debido a que los estados coloniales se aseguraron, durante su estancia en el continente, de que las economías periféricas se convirtiesen en economías predominantemente exportadoras. Es entonces cuando aparece el problema del “monocrop” (economías especializadas solo en algún material/recurso en concreto), el cual no deja lugar al crecimiento o desarrollo de otros sectores económicos (industrial o servicios). Si las autoridades coloniales hubiesen reforzado, al menos, sectores económicos como la producción de alimentos o la industria productora secundaria (textiles, bebidas, calzados, etc.), las economías de los países poscoloniales resultantes habrían podido ser menos especializadas y, por ende, menos vulnerables. No obstante, a las potencias colonialistas les interesaba provocar esta situación porque, de esta manera, se explotaban los recursos económicos de los países de África estableciendo condiciones de intercambio comercial muy desfavorables para estos últimos.Agricultura en África

Muchos expertos aseguran que el continente africano está llamado a convertirse en el "granero del mundo".

Otra evidencia que apoya esta tesis del subdesarrollo y que es parte del legado económico es que, hoy en día, el comercio de los países africanos sigue ligado a Occidente o China en vez de estar centrado en el ámbito local o regional (por ejemplo, con Francia, la cual sigue teniendo muchos puntos de unión con el continente al haber sido una de las potencias coloniales más activas en el mismo). Este hecho se debe a que, durante la época colonial, los países colonialistas se encargaron de construir infraestructuras de transporte únicamente destinadas a llevar los bienes desde el punto de extracción hacia el puerto que los llevase a Occidente. Por tanto, hay una escasez de líneas de comunicación internas que podrían ser utilizadas para mejorar el comercio continental, regional o local.

Todo esto, junto a la exportación/succión del excedente de capital y materia prima de la periferia hacia los estados centrales (colonialistas) y la explotación laboral (no se pagaba lo suficiente a los trabajadores, por lo que la posibilidad de acumular capital local era nula), ha provocado que las economías de los países poscoloniales no hayan sido capaces de despegar después de sus independencias. Aun así, estos no han sido los únicos motivos por los que todavía no han despegado las economías, y es que también hay que tener en cuenta la debilidad de las instituciones políticas heredadas. Es decir, en los Estados poscoloniales, las instituciones democráticas liberales que se intentaron instaurar tras el abandono de las colonias por parte de las potencias europeas no tenían raíces históricas, por lo que eran de naturaleza frágil y la cultura política autoritaria terminó por reproducirse y reestablecer los estados autoritarios y burocráticos de estilo colonial. Así, se daba paso a instituciones corruptas dominadas por una burguesía burocrática abusiva y explotadora que era heredera de la autoridad colonial existente durante la etapa de dominio europeo del continente.

Mapa de EuropaPress que señala aquellos países del continente que han sufrido uno o más golpes de Estado.

Los poderes imperiales extrajeron gran cantidad de riquezas de sus posesiones coloniales a través de prácticas poco éticas. Ese capital del que se aprovecharon podría haber sido usado para beneficiar y desarrollar localmente la economía de los países colonizados de África, resultando un continente más próspero y con una economía más sana hoy en día. Con ello, además, el flujo actual del beneficio de las exportaciones hacia Occidente podría haber sido cortado de raíz por parte de los políticos africanos para reinvertir ese capital en sus sistemas. Sin embargo, eso nunca se ha llegado a hacer, provocando que el necesario desarrollo económico del continente se haya visto frenado.

¿Hay motivos para ser optimistas?

La respuesta es que sí. Este mismo 1 de enero de 2021 entró en vigor el Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano (AfCFTA) “para crear el mayor mercado único de productos y servicios del mundo y cambiar la ‘suerte económica’ del continente”, según palabras de Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica y actual líder de la Unión Africana (UA), que recoge La Vanguardia.

De los 55 Estados miembros de la Unión Africana, tan solo uno, Eritrea, no ha firmado el acuerdo. Además, al menos 41 naciones o grupos han presentado ya sus primeras ofertas arancelarias para ir estableciendo los primeros acuerdos. Se trata de “uno de los hitos más significativos hacia la integración africana en la economía global”, dijo Ramaphosa, quien también escribió un mensaje desde su cuenta oficial de Twitter en el que aseguraba que: “El AfCFTA cambiará fundamentalmente la suerte económica de nuestro continente. Hago un llamamiento a todos los empresarios de nuestra nación para que aprovechen las abundantes oportunidades que presentará este histórico desarrollo para explorar nuevos mercados y construir nuevas asociaciones”.