El Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano es el barco más característico de la Armada Española, y tiene dos misiones principales: mantener a los oficiales alumnos embarcados en contacto constante con la mar durante 6 meses en un crucero de instrucción y ejercer como embajada apoyando a la política exterior del Estado desarrollando eventos y actividades en todos los puertos extranjeros en los que hace escala.
El XCII crucero de instrucción está en marcha desde el pasado 3 de noviembre, cuando zarpó a las 12:00 horas desde el muelle de Cádiz al mando del Capitán de Navío Santiago de Colsa Trueba. En el crucero han embarcado 55 guardiamarinas de la 422º y 152º promoción; 47 del Cuerpo General y 8 de Infantería de Marina. La despedida comenzaba con la celebración de la Santa Misa en la iglesia conventual de Santo Domingo, de la cual, tras cantar la Salve Marinera, salía la Galeona escoltada por los guardiamarinas hasta el bergantín-goleta.
Los alumnos que realizan este crucero de instrucción cursan su tercer año en la Escuela Naval Militar, y en este viaje recibirán formación integral de todo tipo: marinera, técnica, militar, sociocultural, ético-humana y física. En este viaje visitarán puertos del Atlántico, del Mar Caribe, de América del Norte y América del Sur. Además, embarcarán en los primeros puertos en los que lo hicieron Magallanes y Juan Sebastián de Elcano hace 500 años en su expedición de la primera vuelta al mundo. En total pasarán 43 días en puerto y 124 días de mar. Visitarán Las Palmas, Río de Janeiro, Buenos Aires, Mar del Plata, Montevideo, Recife, Curazao, Santo Domingo, Miami y, por último, regresarán a Cádiz.
Este año los guardamarinas cuentan con una novedad científica: se ha incluido en el plan de estudios un proyecto de investigación para estudiar la temperatura del mar y la acumulación de basura. Los alumnos tendrán que lanzar los aparatos al agua para tomar las 60 muestras que serán enviadas a la Universidad de Cádiz.
Además de este nuevo proyecto, tienen que lidiar con un horario más que ajetreado desde que sale el sol hasta el ocaso, e, independientemente de sus obligaciones académicas, los guardiamarinas cumplen de manera obligatoria con cualquier actividad de la dotación, como, por ejemplo, las guardias que se cubren diariamente a bordo. Durante los días laborables en la mar, se despiertan a las 06:45 con el toque de diana, y disponen de 40 minutos para asearse y desayunar. A continuación, tienen tiempo de estudio o seminario, y al terminar se presentan en formación para pasar revista de Policía y médica. La mañana la pasan en clase hasta la observación de la meridiana, que una vez realizada tienen peluquería y después comida a la 13:00. Tras completar el arranchado de sollado, a las 15:00 comienza el estudio hasta las 18:15, donde los alumnos pueden escuchar voluntariamente la Santa Misa. A las 19:00 rezan, leen la orden y comienza el reparto de la cena (para la guardia saliente la cena es una hora más tarde). Tras el concierto, a las 20:30 disponen de dos horas para el estudio voluntario hasta que son obligados a guardar silencio.
Los sábados en la mar, en cambio, son más tranquilos. El toque de la diana, aseo y desayuno es a las 07:45, y después disponen de estudio voluntario. A las 09:05, los guardiamarinas asisten a una conferencia cultural o profesional, y cuando finaliza recuperan clase en el caso de que sea necesario. Tras la comida a la 13:00, disponen de 5 horas de descanso voluntario, que finaliza con el arranchado de sollado y la Santa Misa voluntaria. La cena se sirve a las 19:00 y a las 20:00 para la guardia saliente, y a las 22:30 guardan silencio y duermen. Los domingos siguen los mismos horarios que el sábado menos por la Santa Misa (se celebra a las 10:00), el concierto obligatorio de música en el Alcázar a las 10:30 y el deporte voluntario a las 11:00.
Los jóvenes se despiertan a las 07:30 con el toque de diana los días en puerto. Tras el aseo, desayuno y arranchado de sollado, regresan aquellos entrantes de guardia y se reúnen todos en asamblea a las 08:40. A las 09:00 hay relevo de guardia, comienza el estudio para aquellos guardiamarinas con asignaturas suspensas y la salida de francos. Todos aquellos que no tienen régimen de pernocta duermen en hoteles.
Al principio, como declara el GM1º Joaquín Muñoz Hernández, les ha costado mucho adaptarse a la rutina del buque, más que nada porque es muy diferente a la que están acostumbrados en la Escuela Naval Militar. Compaginar los horarios de clases con las guardias que les corresponden es duro, pero son conscientes de la importancia de la labor del mando y el liderazgo, ya que esa es la vida que les espera. Aún así, también tienen momentos de mucha diversión y disfrute, como los conciertos de cada tarde. El GM1º Álvaro Posada Balanzat nos cuenta que hace unos días, todos los compañeros cogieron el bombo y los platillos y tocaron "Paquito el chocolatero" por toda la cubierta.
"Además, las conferencias diarias suelen tratar temas muy interesantes", dice el GM1º Tellado Moreno. "Hace una semana asistimos todos a una del TN Ugarte sobre el V centenario de la vuelta al mundo y fue presidida por el Sr. Comandante. Se expusieron más argumentos que prueban que esa gesta fue y será siempre española". Cuentan también que las actividades de la dotación son muy duras, pero las disfrutan y viven con mucha pasión.
Las asignaturas que se imparten están directamente relacionadas con la Navegación Astronómica, Meteorología, Geografía, Liderazgo, Maniobras o Inglés, todas ellas de gran importancia y utilidad para un marino.
Y así es como viven estos seis meses de viaje los futuros oficiales de la Armada Española. Durante este período de tiempo con la diosa Minerva luciendo en la proa, seguirán los pasos de la expedición de Magallanes que, con el navegante que da nombre a este maravilloso buque como capitán, consiguió completar la primera vuelta al mundo.