Xavi Colás, el corresponsal de El Mundo en Moscú que fue expulsado por el Kremlin, y al poco tiempo fue galardonado con el “Premio a la Libertad de Prensa”, revela las claves del régimen ruso, y su abandono del país como corresponsal, en un encuentro con alumnos de la Escuela de Periodismo y Comunicación de Unidad Editorial (ESUE).
Fue con una beca Erasmus en Lituania donde comenzó a interesarse por las situaciones de los países europeos centrales y a sentir una especial atracción por Rusia. Después de licenciarse en Periodismo en la Universidad Complutense, se inició en periódicos locales, como el Diario de Alcalá. A su vez, Colás realizaba colaboraciones con El Mundo, cubriendo sucesos de Europa Central. En 2012 obtuvo el cargo de corresponsal para este medio en Rusia, trasladándose a Moscú indefinidamente.
De los primeros días del ataque ruso en Kiev, el 23 de febrero de 2022, recuerda despertarse a las 5 de la mañana porque le llamaban insistentemente: “Sabía que iba a haber guerra, pero no esperaba que fuera ni tan rápido ni que fueran a atacar Kiev”. Abrió la ventana y lo comprobó en el ruido de las explosiones a lo lejos. En estos primeros momentos el periodista se dio cuenta de que su vida había cambiado; tenía que volver a Moscú, el país agresor en este conflicto, de donde sería expulsado un mes después tras 12 años de estancia y de servicio al periodismo español.
Sabía que iba a haber guerra, pero no esperaba que fuera tan rápido
Con una notificación del Estado de tan solo 12 horas de antelación, Xavier dejaría atrás su vida construida en aquel país para volver a España. La incapacidad de protesta, de posible actuación y el inminente destierro son castigos impuestos por el Kremlin a los trabajadores de la UE residentes en Rusia, como respuesta a la inhabilitación de acceso de trabajadores rusos en la UE. Xavier relata que estas impunidades son excesivas y están descompensadas. Actualmente, los corresponsales de la UE solo tienen un permiso de tres meses a modo de castigo desde Rusia por los apoyos europeos a Ucrania.
A través de lo que ha visto durante estos dos años, asegura que "el régimen ruso tiene que hacer muchos más esfuerzos para controlar las calles, por lo que tiene que arruinar más vidas, hacer más daño", todo ello para que su ciudadanía siga en silencio ante la opresión. A raíz de estos hechos, Xavier empezó a tener más encontronazos con la policía junto a una mayor cantidad de visitas a su casa para controlar su actividad.
Por otro lado, el periodista destaca que “Rusia ha construido su identidad en oposición a lo que es la idea europea”, lo que está favoreciendo la bipolaridad en el bloque occidental post Guerra Fría. En una entrevista que realizó Xavier al periodista independiente ruso Mijail Zygar, éste comentaba: «Antes Putin era mucho más prooccidental y liberal, pero en este tercer mandato se subió a la idea de imperio, un concepto al que ha añadido detalles de la URSS y otros de la época zarista», explica Zygar, y resalta que «Putin no es el genio de la conspiración mundial» que es presentado en ocasiones en artículos de la prensa occidental.
Rusia ha construido su identidad en oposición a lo que es la idea europea
Tras más de una década viviendo en Rusia admite que es un país que ha cambiado, que ha evolucionado, por lo que la idea que se ha extendido de que se les quiere imponer los valores occidentales "es un cuento". Afirma que "la represión que se ha hecho de la homosexualidad en Rusia es una artimaña política, una especie de experimento social para que todo el mundo vea cómo se puede reprimir un colectivo". Las personas a las que no les importó hace 12 años estas medidas homófobas se han dado cuenta de que el mal también les afecta a ellos. Colás explica que, a pesar de ello, "No es un Irán ortodoxo, ya que la concepción que tenemos de ser un país estricto en el ámbito religioso no es la correcta". Respecto a otras naciones europeas, la ciudadanía tiene un bajo porcentaje de participación en misa e incluso tienen normalizado el tener amantes en sus matrimonios.
En su libro más reciente, titulado Putinistán, relata su experiencia como periodista en el régimen del dirigente Vladimir Putin a modo de crónica, y cuenta con declaraciones de políticos y disidentes del régimen ruso. También persigue esclarecer cuál es la situación real de Ucrania y desmentir los bulos que han surgido a partir del estallido de la guerra.