La industria publicitaria ha invadido internet, debido al enorme público que lo usa, y por ende el gran negocio conjunto con grandes empresas como Google o Facebook. La facilidad para anunciarse en este medio, sumado al bajo coste en comparación con la televisión o la radio, ha provocado que el número de publicistas sea actualmente desmesurado y, consecuentemente, la gran dificultad para controlar tantos anuncios. En este punto es donde aparecen los clickbait, la publicidad engañosa y las estafas.
Uno de los anuncios más sospechosos que hoy nos podemos encontrar mientras navegamos por la red a es el que ofrece invertir en acciones de la multinacional Amazon, con el objetivo de, no solo recuperar la inversión, sino generar increíbles beneficios en poco tiempo. ¿Qué tienen de verdad estos anuncios? ¿Realmente merece la pena la inversión?
Qué es esta publicidad
El primer punto a abordar es el más básico: ¿de qué publicidad se trata? Nos dan la oportunidad de invertir una cantidad no demasiado elevada (alrededor de 200 euros) en supuestas acciones de Amazon, afirmando que, gracias al éxito de esta empresa, esas acciones crearán unos beneficios económicos casi inmediatos que podremos disfrutar. La realidad es algo distinta, ya que no estamos comprando acciones, sino en un derivado financiero llamado contrato por diferencia -CFD-. Estos derivados nos reflejan el valor del precio, pero en ningún momento estamos poseyendo esas acciones, únicamente tenemos un contrato con el bróker, del que depende nuestro dinero. Invertir usando esta vía nos lleva al apalancamiento financiero, que explicamos en el siguiente gráfico.
También se podría dar el caso de un movimiento positivo que nos aporte beneficios, pero esta probabilidad es ínfima teniendo en cuenta sobre todo que las personas participantes de esta forma para invertir desconocen este mundo. De hecho, las webs en las que se realizan estas inversiones están obligadas a mostrar cuánto éxito tienen, pero, como es lógico, lo hacen usando la letra pequeña.
Ejemplos de anuncios en distintas páginas web.
Por qué engañarnos
Quizá parezca una pregunta muy obvia, pero nunca viene mal aclararlo. Evidentemente quieren nuestro dinero, pero no todo, prefieren que muchas personas inviertan 200 euros, ya que su negocio es captar muchos pequeños inversores. Las personas que manejan este tipo de páginas se llaman Introducing Broker (IB), y se podría decir que son unos meros intermediarios entre el inversor y el verdadero bróker , que suele ser alguna empresa ubicada en países con leyes más flexibles en este ámbito. Los IB ganan dinero por cada inversor que captan usando esos anuncios que analizamos. Héctor Mohedano, gestor de banca privada y experto en bolsas y mercados españoles, lamenta que “se aprovechan del desconocimiento” y que estos anunciantes “se mueven en la línea entre lo que se puede hacer y lo que no”, además de afirmar que “debemos desconfiar de todo lo que nos garantice grandes ganancias, si tienes dudas lo mejor que asesorarte con un profesional”.
¿Publicidad engañosa o phishing?
Podemos empezar definiendo ambos conceptos. La publicidad engañosa es descrita por el portal significados.com como “aquella que transmite información falsa, incompleta o dudosa acerca de un producto o servicio con el objeto de inducir al consumidor a un error para que invierta dinero en algo que no es realmente lo que se expone”. Por su parte, Panda Security define al phishing como el “envío de correos electrónicos que tienen la apariencia de proceder de fuentes de confianza (como bancos, compañías de energía etc.) pero que en realidad pretenden manipular al receptor para robar información confidencial”.
Teniendo en cuenta las explicaciones sobre esta estafa, se ve más cercano al concepto de publicidad engañosa, ya que el objetivo no es obtener el número de la tarjeta de crédito, sino que el usuario invierta, además de que en ningún momento se hacen pasar por ninguna empresa ni persona fiable. Lo que intentan es convencer de que gastando una determinada cantidad de dinero se conseguirá un elevado beneficio.
En cualquier caso, se considera publicidad ilícita, mencionada en el Artículo 3 de la Ley 34/1988:
Es ilícita:
e) La publicidad engañosa, la publicidad desleal y la publicidad agresiva, que tendrán el carácter de actos de competencia desleal en los términos contemplados en la Ley de Competencia Desleal.
Captura de un correo sobre invertir en Amazon.
Son dos las vías principales a través de las que operan los creadores de esta publicidad: el correo electrónico y los anuncios de Google. En la primera no se puede hacer demasiado ya que al fin y al cabo son correos personales y no deberían controlarse. El conflicto nace en la segunda. Es una incógnita el por qué Google permite que este tipo de anuncios se muestren, y más cuando en su página sobre políticas de anuncios se expone lo siguiente:
Queremos que los usuarios confíen en los anuncios de nuestra plataforma. Por eso, insistimos en que estos sean claros y sinceros y que proporcionen a los usuarios la información que necesitan para tomar decisiones fundamentadas. No permitimos los anuncios ni los destinos en los que se engañe a los usuarios omitiendo información de producto relevante o proporcionando información engañosa sobre productos, servicios o empresas.
Desde la multinacional aún no se han propuesto soluciones para este tipo de publicidad, por lo que nos toca a los usuarios informar y denunciar cada vez que veamos uno de ellos, además de recordar que el dinero nunca llega tan fácil.