sábado. 20.04.2024

Si eres una persona activa en redes sociales términos como “realfooders”, “realfooding”, “ultaprocesados” o “comida real” te deben de sonar familiares. Desde 2017, cuando apareció un artículo en el que un entonces poco conocido Carlos Ríos —hoy instagramer de gran influencia— nos adentraba en el movimiento del realfooding, se ha ido extendiendo por redes el interés de los usuarios por este nuevo concepto de vida llegando a crearse una amplia comunidad de adeptos.

Captura de pantalla de las redes oficiales del movimiento "Realfooding"

Captura de pantalla de las redes oficiales del movimiento "Realfooding"

Challenges de 30 días comiendo comida saludable, recetas con ingredientes poco comunes en la comida mediterránea, o incluso la compra compulsiva hasta agotar existencias de edamame, son algunas de las consecuencias directas que ha provocado el movimiento creado por el nutricionista Carlos Ríos.

Su éxito se debe a esa nueva forma de ver la alimentación y al gran uso de las redes sociales que han resultado ser una plataforma perfecta para expandir el movimiento. Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de “realfood”?

Realfood o comida real, ¿qué es realmente?

El realfooding propone una nueva relación con nuestra alimentación fomentando una nutrición más saludable dirigida a una población más concienciada con su salud.

Aunque el término puede inducir a error porque no existe como tal la comida “irreal”, el enfoque que se le da dentro del movimiento se basa en la salubridad de los alimentos. La comida real es aquella que apuesta por alimentos lo más frescos posible, que han sufrido el mínimo procesamiento y las materias primas, como declara el creador del término. Entran dentro de esta terminología los alimentos que, aun habiendo sido procesados, no hayan visto su calidad afectada.

¿Qué son los temidos alimentos “ultraprocesados”?

Primero, es importante saber que los alimentos procesados son aquellos que han sufrido algún tipo de modificación de cara a su consumo. Por lo general, estas modificaciones se encargan de mejorar algunas características de los alimentos en cuestión, como ampliar el tiempo de duración, permitir su producción incluso si no están en temporada, o atender a las demandas del consumidor.

Sin embargo, dentro de esta categoría de alimentos procesados encontramos lo que se conoce como “ultraprocesados”. Estos alimentos, en contraposición a lo que se defiende desde el movimiento del realfooding, son todo lo contrario a la comida real. Los ultraprocesados son alimentos que se han elaborado a partir de otras sustancias y cuyo consumo puede afectar negativamente a nuestra salud.

El realfooding nos enseña a diferenciar entre alimentos con un buen procesado y los ultraprocesados. ¿Quieres saber cuáles son las pautas para distinguirlos?

Cómo reconocer un buen procesado

Si tu pregunta es: ¿cómo puedo realmente diferenciar cuál es un buen procesado de otro que no lo sea?, Estás de suerte porque actualmente existen herramientas que te permiten asegurarte de que no cometerás ningún fallo.

Diversas aplicaciones para móviles, como la propia de Carlos Ríos, MyRealFood u otras también muy bien valoradas como Yuka, encabezan la lista de aplicaciones favoritas de los usuarios realfooders.

Si prefieres aprender a diferenciar sin la ayuda de ninguna app de apoyo, lo importante es fijarse en las siguientes características:

  • Alimentos con un procesamiento mínimo;
  • Que posean pocos ingredientes;
  • Una composición nutricional saludable, es decir, buscando los valores mínimos de azúcares añadidos, sal y grasas trans.

¿Qué dicen los expertos sobre esta nueva moda? ¿Es verdad todo lo que nos cuentan estos nuevos influencers en redes?

Como diría Byung Chul-Han en su libro La sociedad del cansancio, vivimos en una sociedad sobre-informada y la exposición a tantos estímulos informativos nos puede llevar a confusiones y a aceptar recomendaciones (en este caso sobre nuestra salud) que no estén respaldadas por expertos. Es por ello fundamental que verifiquemos siempre la información que recibimos, intentando contrastarla con fuentes expertas y con las opiniones de los especialistas en la materia.

Desde la ciencia, numerosos estudios abalan los beneficios de comer comida real y dejar de lado los ultraprocesados. Se ha demostrado que comer ultraprocesados es un hábito extremadamente perjudicial para nuestra salud y basándose en estos datos, la nueva tendencia del realfooding llega en un momento perfecto para hacerse con un nuevo nicho de mercado.

Investigaciones, como la realizada por Patricia Moreira, han descubierto que el aumento de grasas trans, sal, grasas saturadas y azúcares añadidos en nuestra ingesta diaria, repercute directamente de manera negativa en nuestro estado físico.

¿Cómo puedo asegurarme de que la información que consumo en Internet sobre mi salud y alimentación es confiable?

Siempre que quieras contrastar una información que consideres sospechosa, ya sea en cuentas sobre realfooding u otras donde te proporcionen consejos sobre alimentación y salud, los sitios más seguros a los que acudir son siempre sitios web oficiales, como por ejemplo, páginas como la de los Institutos Nacionales de la Salud o páginas gubernamentales como el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Otro portal que realiza una magnífica labor de verificación sobre la información falsa de alimentación y salud que circula por redes es Salud Sin Bulos.

El realfooding ha llegado a nuestros hogares revolucionando nuestras listas de la compra y nuestros hábitos alimenticios. Los expertos abalan lo salubre de consumir alimentos reales y dejar de lado los ultraprocesados. Sin embargo, más allá de estas recomendaciones generales, no debemos de relajarnos y aceptar todo lo que vemos en redes como verídico. Es importante que seamos críticos y cautelosos con la información que nos llega y más aún si, como en este caso, lo que está en juego es nuestra salud.

Realfooding: ¿Debemos creer todo lo que nos cuentan en redes?