jueves. 03.10.2024
Juan José Jiménez García, Coordinador del Grupo Local de Pronto Auxilio de Siete Fincas

“Si la gente conoce su entorno, aprende a amarlo y cuando amas a alguien, lo que haces es protegerlo”

Juan José Jiménez García, coordinador del Grupo Local de Pronto Auxilio de Siete Fincas, Córdoba, nos presenta la labor del grupo desde la visión de alguien con más de 30 años de experiencia ayudando a la prevención y extinción de incendios en la Sierra de Córdoba. La pandemia también ha afectado al grupo que se ha adaptado a estas nuevas circunstancias y se ha ofrecido para realizar labores de desinfección por las urbanizaciones en colaboración con SADECO.

 Juan Juan José Jiménez García realizando labores de prevención en la zona de Siete Fincas
Juan Juan José Jiménez García realizando labores de prevención en la zona de Siete Fincas

Durante una pandemia están prohibidos los abrazos y, a pesar del vínculo familiar que me une a mi entrevistado, esta situación no puede ser una excepción. Entrevisto a Juan José Jiménez García, Coordinador del Grupo Local de Pronto Auxilio de Siete Fincas y quien representará hoy a todos sus integrantes. El grupo se dedica a la prevención y extinción de incendios en la Sierra de Córdoba y llevan desde su creación luchando por protegerla. Empezamos hablando de esos comienzos y de cómo nace el grupo.

“Parte de la voluntariedad de una serie de amigos que vivíamos en la Sierra y que vimos cómo se quemaba nuestro campo. Hace 31 años desde que empezamos a ir con nuestros propios medios a apagar el fuego como personal civil. Recuerdo un incendio por aquella época en la zona de Trasierra, al que fuimos a actuar y nos echó la Guardia Civil porque éramos civiles y teníamos prohibido estar ahí. Fue una sensación muy impotente. A partir de ahí fue cuando la Junta de Andalucía creó los Grupos Locales de Pronto Auxilio y fue entonces cuando fundamos nuestro propio grupo siendo pioneros en Córdoba”.

Inicios del Grupo Local de Pronto Auxilio de Siete Fincas

Inicios del Grupo Local de Pronto Auxilio de Siete Fincas. Imagen cedida por Juan José Jiménez.

Al principio el grupo no era muy grande, unas 20 personas; uno amigos de los que todavía continúan muchos y que luego se ha ido ampliando a más voluntarios. El grupo es muy variado en cuanto a formación, edad y profesión, y actualmente está formado por unos 60 voluntarios activos y muchos colaboradores (que siguen creciendo) que se han ido asociando al proyecto facilitando así su funcionamiento. Juan José, emocionado, aprovecha este repaso por sus inicios para recordar a los que ya no están.

¿Crees que estos 30 años pueden seguir teniendo continuidad, y que las nuevas generaciones tomarán un papel más relevante?

Estoy seguro de que sí. Cada día se incorpora más gente joven que viene con mucha fuerza. Además, algunos nos estamos haciendo ya viejos para esto –no puede evitar decirlo con una sonrisa–. Esto nos da tranquilidad y orgullo, sinceramente.

¿Recuerdas el primer incendio en el que tuviste que participar?

No sé si el primer incendio como tal, porque en la época en la que empezamos había muchos conatos de incendio, pero sí que recuerdo con especial amargor aquel del que nos echaron. Por entonces actuábamos más por entusiasmo. Era más difícil coordinarse porque tampoco teníamos medios. Cuando empezamos no había ni teléfonos fijos aquí en el campo, así que nos teníamos que organizar por el boca-oreja. Íbamos a buscarnos directamente a nuestras casas. Ahora hacemos uso de las nuevas tecnologías. Tenemos grupos de WhatsApp para las alertas y esto ha supuesto que nuestra movilización sea inmediata. También estamos más equipados y coordinados. Tenemos nuestras protecciones, nuestros EPIs y material de extinción. Desde esos inicios hemos ido madurando y siempre estamos aprendiendo cosas nuevas, sobre todo en relación a los incendios forestales.

Y, siendo voluntarios, ¿de dónde obtenéis la financiación?

En los comienzos, empezó la Asociación de Vecinos de las Siete Fincas financiándonos. También hemos vendido lotería de navidad y actualmente también recibimos el apoyo de más asociaciones próximas a la nuestra y hemos firmado un convenio de colaboración con el ayuntamiento.

Tengo referencia de que la labor del grupo ha sido reconocida tanto por los vecinos como por la Administración, y decido preguntarle por cuáles recuerda con especial cariño. Destaca que tiene un gran significado para el grupo por su relevancia la Bandera de Andalucía, otorgada por la Junta de Andalucía. También aprecia especialmente el Elefante de Plata de la Villa de Trasierra, el Cervatillo de Plata de la Federación de Asociaciones de Vecinos y el premio Cordobeses del Año. Pero sin duda, lo más importante para el grupo es el apoyo que reciben por parte de los vecinos.

 Imagen del grupo de voluntarios durante la realización de la actividad de prevención en la zona de Siete Fincas

Imagen del grupo de voluntarios durante la realización de la actividad de prevención en la zona de Siete Fincas. Imagen cedida por Juan José Jiménez

¿Cuál ha sido la situación más grave que habéis vivido?

Siempre que hay un incendio hay peligro. Hemos vivido situaciones realmente complicadas, no ya solo por el peligro físico sino también por la angustia y el pánico que genera un incendio en las personas cuando ven que sus casas se están quemando. Eso es duro de ver. Este estrés ha provocado alguna vez incluso situaciones límite donde algunas personas se han llegado a enfrentar a la autoridad o a nosotros mismos por anteponer sus bienes frente a su seguridad física, negándose a evacuar la zona.

Menciona que la parte que a él le corresponde, la de la coordinación, es muy estresante durante un incendio porque primero tiene que estar pendiente de la seguridad de su gente, no puede olvidar que tiene en tus manos vidas humanas; al mismo tiempo tiene que ver cómo se desarrolla el incendio, informar a los bomberos e Infoca, estar atento de los medios de comunicación...

Nos habla de las claves para que el grupo haya sobrevivido tanto tiempo y recalca que lo les unió en un primer momento fue esa preocupación por el medio ambiente y por la protección de su hogar, asentada sobre los cimientos de la amistad. Además, si hay un rasgo que tengan en común todos sus miembros son sus ganas de ayudar al prójimo y su voluntariedad, porque recordemos que no son profesionales, sino que lo hacen de manera altruista.

Cuenta que el grupo hace muchas más labores además de la extinción de incendios. La tarea más importante del grupo en realidad es la prevención y la concienciación de la gente del riesgo que existe en una zona forestal. Para esto, las redes sociales han sido un instrumento muy útil a la hora de llegar a un público más amplio. Pensando precisamente en esa concienciación, realizan otras actividades para acercar el conocimiento de la sierra a la gente porque como él mismo dice “si la gente conoce su entorno, aprende a amarlo y cuando amas a alguien, lo que haces es protegerlo”.

Para ello han organizado múltiples y muy diversas actividades, entre las que se encuentran jornadas relacionadas con la construcción de cajas nido, jornadas de micología y también la popular “piconá”, para explicar la tradicional labor de la elaboración del picón.

La situación de pandemia que estamos viviendo en la actualidad también ha afectado al grupo que se ha adaptado a estas nuevas circunstancias y se ha ofrecido para realizar labores de desinfección por las urbanizaciones en colaboración con SADECO. Precisamente es así como acaba nuestra entrevista, con un aviso a su teléfono de que debe irse a continuar con estas labores de desinfección.

Voluntario del grupo realizando actividades de desinfección del Covid-19

Voluntario del grupo realizando actividades de desinfección del Covid-19. Imágenes cedidas por Juan José Jiménez.
 


 


 

“Si la gente conoce su entorno, aprende a amarlo y cuando amas a alguien, lo que haces...