Mientras redactaba la entrevista, unos días antes de su realización, no pude evitar echar la vista atrás y recordar cuando éramos apenas unas niñas que medían medio metro, cuya única preocupación era quién bailaba mejor en Just dance. Un día se presentó ante nuestro grupo de amistad tímidamente emocionada y con un secreto escondido en sus labios, su sueño de ser actriz. Mas, no siempre fue su profesión soñada. "Desde los 3 años quería ser veterinaria” pero a partir de engancharse a una de las series españolas más conocida por aquel entonces, El Barco, notó que le faltaba algo, quería más de esa sensación que le dejaba y la tristeza por haber finalizado. Por lo que empezó a interesarse cada vez más en los making off de la serie.
¿Qué fue lo que te hizo dar un cambio de chip y ver que lo tuyo era la actuación?
Fue la visión de la profesión en ese momento, luego ya ha ido cambiando. Sigo teniendo el pensamiento de ser actriz, pero en ese momento mi visión era: vas dos horas, haces tu trabajo y te vas a tu casa cobrando una pasta.
Estoy segura de que hay mucho más detrás de todo ello que no se ve desde la perspectiva del espectador, ¿verdad?
Desde luego, ha sido como un cambio. Al principio decía, uy qué chulo, tampoco es tanto trabajo. Lo veía cómodo, me gustaba y me dije a mí misma por qué no intentarlo.
Emily, la eterna prometida, es el nuevo proyecto en el que se ve envuelta Mar, una experiencia musical basada en la obra de Disney, La novia cadáver. Esta se ambienta en un pequeño y lúgubre pueblo durante la época victoriana, donde un par de jóvenes están a punto de realizar un matrimonio concertado, a pesar de no haberse visto nunca. Sin embargo, un solo encuentro bastará para enamorarse, pero, trágicamente y por error, Víctor se verá comprometido con Emily, muerta en vida, quien le llevará al mundo de los muertos y desde allí, luchará por su amor terrenal.
Me dijeron que iba a ser la sustituta de Victoria, con quien debe casarse Víctor. Cuando me dieron el papel, pensaba que había entrado como alterante, pero acabé siendo cover, es decir, por si un día no podía actuar la actriz principal, que es muy diferente al primero, que consiste en ir alternándote con la otra chica que interpretaba a Victoria. Todavía no he salido de Victoria, pero hasta ahora tampoco me he sentido preparada para ello. Así que de momento estoy dentro de pueblo. Solo hay una escena y una canción con una coreografía. Esta parte es más libre, puedo ser quien yo quiera dentro de unos límites y pues, construí un personaje algo pijo de la época victoriana.
Escena del musical Emily, la eterna prometida. Foto: Mar Ruiz.
Mientras me explicaba la trama, el brillo de sus ojos, sus gestos y su sonrisa de oreja a oreja delataron la ilusión que sentía por el proyecto y sus ganas de comerse el escenario. Es por ello que, muerta de curiosidad —nunca mejor dicho—, me fue imposible no preguntar por su experiencia audicionando.
Pues, fue un día un poco raro —Confesó riendo —. Soy un poco desastre. Me presenté a la audición tan solo por probar, por ver cómo era enfrentarse a un proyecto más profesional. Yo cantaba en mi casa, pero poco, y ya me había presentado a un casting para un musical el año anterior y nunca me llamaron. Por lo que dije, bueno, eso es porque todavía no tengo la formación como para estar dentro de un espectáculo a tal nivel, pero igualmente me presenté en verano porque tenía mucho tiempo libre. Ese día nos perdimos, me achicharré, me mareé en el coche y encima llegábamos tarde a una reunión y recibo una llamada. Yo muy feliz, en mitad del campo, descuelgo y era el director diciendo que estaba dentro, que me iban a proponer un desafío ¡y en ese momento se va la cobertura! Así que decidí guardar el número por si me volvían a llamar. Estábamos perdidos, no sabíamos cómo llegar al lugar de la reunión y se me ocurre poner Google maps para que indicara a mi tío —De nuevo, no pudo estallar en risas—. En mitad de ello, me vuelven a llamar, con la dirección por voz y al descolgar suena “gire a la derecha en la próxima rotonda” ¡Qué vergüenza sentí! Finalmente me llamaron una tercera vez y ya sí que me explicaron cómo iba a ser todo.
¿Qué sentiste al decirte que estabas dentro del proyecto?
Cuando me lo dijeron me puse nerviosa, porque en mi interior no paraba de preguntarme si iba a ser capaz de llegar a esto. Y de buenas a primeras me puse a llorar durante todo lo que quedaba de camino de la emoción de que hubieran confiado en mí para darme un personaje tan grande.
Tras haberme relatado su experiencia dentro de este proyecto, el merodeo pudo conmigo. Conozco su voz desde que éramos pequeñas, melancólica y dulce, como una niña buena que usaba en su beneficio cuando la ocasión lo requería. Por lo que le pregunté directamente por qué no se dedicaba a la música.
El hecho de entrar en el musical ha cambiado mis objetivos. Yo quería estudiar arte dramático y dentro de este existen cuatro categorías o especialidades: textual, gestual, objetual y musical —Contestó pensativa—. Al principio quería hacer gestual, pero a raíz de entrar al musical, he cambiado un poco y he decidido que quiero estudiar teatro musical. Llevo ya más de tres años aprendiendo dentro del mundo de la actuación y este último, con la obra, ha sido en el que más he aprendido. He notado a partir de este que he crecido muchísimo como actriz y creo que el teatro musical te forma mucho más como actor porque es más completo en sí. Imagino que eso también es debido a que se debe mezclar la música con la actuación, el gesto. Debes ser especialista en ambas cosas para poder combinarlas y que salga bien. Por supuesto, además este musical en concreto viene de una película de animación, por lo que los personajes son histriónicos, exagerados, y quizá esté aprendiendo más por ello.
"a partir del musical he crecido muchísimo como actriz y creo que el teatro musical te forma mucho más como actor porque es más completo en sí"
Mar Ruiz, arriba, a la izquierda de la imagen, junto a sus compañeros de reparto del musical Emily, la eterna prometida.
Te voy a plantear el siguiente dilema: tu mánager viene con dos papeles: uno en una obra de teatro muy importante donde colaborarás con algunos actores veteranos y otro donde serás la protagonista del próximo éxito de Netflix, ¿con cuál te quedas?
Es de verdad un dilema grande — Respondió riendo y algo nerviosa—. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, también depende de tu situación actual económica. Ahora mismo, a pesar de que me guste mucho más el teatro que el cine o la televisión, probablemente escogería ser la protagonista de una serie de Netflix
¿Por qué?
Actualmente no tengo carrera, ya que estoy en segundo año —Se encogió de hombros—. Por lo que quizá me convendría más hacer la serie para darme un poco a conocer y poder seguir buscando cosas después. El problema es que Netflix tiene contrato de exclusividad y tampoco estoy muy de acuerdo con eso, pienso que te anula en tu desarrollo profesional al seguir siempre con la misma metodología de trabajo.
Por lo que me contaba, podía sacar en conclusión que la actuación era una parte fundamental en su día a día, pero ¿qué representaba para ella? Su contestación me dejó bastante reflexiva ya que nunca lo había planteado de dicha manera.
La actuación engloba muchísimas cosas, pero para mí, a grandes rasgos, un actor se divide en interpretación, canto y baile, y yo todos los días tengo que hacer algo de eso porque si no me angustio y no puedo. Incluso ahora con la universidad cuando me agobio, prefiero cortar y ponerme a hacer alguna actividad de esas.
"para mí, a grandes rasgos, un actor se divide en interpretación, canto y baile, y yo todos los días tengo que hacer algo de eso porque si no me angustio"
Dicho en otras palabras, es tu vida.
Así es —Afirmó con un deje de emoción en la voz—. Ahora echo la vista atrás y gran parte de los mejores momentos de mi vida han venido de ahí, al igual que todas las personas que he conocido durante el camino. Siempre me trae cosas buenas, ya no solo la actuación en sí, sino todo lo que me ha traído consigo. También me ha hecho crecer mucho como persona.
Con estas palabras, junto con una pequeña sonrisa alegre y con sentimiento, la entrevista terminó entre diferentes anécdotas de la infancia y una taza de café, como viejas amigas que tenían que ponerse al día después de tanto tiempo sin verse.
Los protagonistas del musical Emily, la eterna prometida, saludan al finalizar la obra. Foto: Mar Ruiz.