viernes. 26.04.2024

Huelga de taxistas contra los nuevos sistemas de transporte privados

Después de muchos intentos y protestas por parte de los taxistas, por fin el pasado mes de noviembre el colectivo de taxis de España se reunió en una manifestación contra las nuevas empresas de transporte de personas como Uber o Cabify.

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Huelga de taxis en Madrid. Fuente: El Español

Desde hace muchos años, el medio de transporte por excelencia en España había sido el taxi, por su comodidad y por su servicio de transportar a los ciudadanos donde deseen sin necesidad de tener que compartir transporte con desconocidos o de utilizar sus propios medios de transporte.

Todo este éxito de los taxistas empieza a decaer con la incorporación en España de nuevos servicios privados de transporte de personas como son las empresas Uber y Cabify. Es cierto que desde hace aproximadamente un año podemos ver por las calles lujosos coches (casi siempre negros) puestos al servicio de todos los ciudadanos.

Uber es una empresa que proporciona a los clientes un medio de transporte privado a través de una aplicación de móvil, al igual que Cabify. Estas empresas son características por su excelente trato y por los coches de alta gama con los que trabajan. “Te sientes como si fueras rico”, expresa Irene Morales, joven sevillana usuaria de Cabify. Según la joven comentó en la entrevista, no solo te abren la puerta cuando vas a subir al coche, te preguntan qué emisora deseas escuchar durante el trayecto, si la temperatura del coche te parece adecuada, tienes botellas de agua a tu disponibilidad e incluso tienen red wifi.

Cabify tiene su sede en España y se fundó aproximadamente a mediados del año 2011 en Madrid. Es ahora una empresa internacional que se encuentra disponible no solo en ciudades españolas sino en algunos países como Chile, Colombia, México o Perú. Si nos paramos a pensar, en tan solo seis años ha sido capaz de dar empleo a más de 4000 personas, entre conductores, ingenieros… una auténtica innovación en cuanto a medios de transporte.

Ya se han podido ver quejas por parte de los taxistas ya que se sienten amenazados por estas nuevas empresas. Las protestas son causadas porque los conductores de Cabify y Uber tienen una licencia VTC (vehículos con conductor) mientras que los taxistas VT (o autorización para el transporte público interurbano en auto-taxi) que según expresan desde el ministerio por cada 30 taxistas hay un conductor con licencia VTC, por Madrid actualmente se estima que circulan 2.440 conductores VTC y 15.448 taxis. 

 

¿Qué piden los taxistas?

Los taxistas de varias ciudades de España, se reunieron el pasado 29 de noviembre en Madrid como protesta a Cabify y Uber. Expresan que los servicios de las nuevas plataformas de transportes repercuten muy negativamente en su forma de negocio tradicional, les asusta la posibilidad de que estas nuevas multinacionales les sustituyan.

Los taxistas exigen la eliminación de la reducción del 10% de IVA, la eliminación de la concesión que les permite conducir a las nuevas empresas en los territorios que deseen y también que se les ofrezca a ellos la creación de una plataforma digital pública en la que los ciudadanos puedan pedir taxis. Según concluye Irene en la entrevista y otros de los muchos usuarios de Cabify y Uber, el problema de los taxistas es que centran su atención en cómo pueden hundir a estas nuevas empresas, en vez de reinventarse ellos mismos y no verlos como el enemigo cuando realmente son compañeros de sector.

Como respuesta a la masiva huelga, desde el Gobierno se afirma que “a principios de 2018 se concretarán las medidas que impulsará para ordenar el sector del taxi y de los vehículos con conductor profesional.”

 

La rivalidad es algo que persiste entre ellos. Ambos lados del transporte se encuentran duramente rivalizados. Sin ir más lejos, la entrevistada, Irene Morales (Sevilla), lo comprueba consumiendo el servicio de ambas empresas lanzando una pregunta bien formulada en ambos medios de transporte. ¿Está causando mucho daño Cabify? ¿Se sienten oprimidos por los taxis? Por un lado el taxista responde algo seco y serio y dice que de momento no lo hace pero que teme que lo hará. A continuación, comienza a criticar a la empresa comentando su falta de legalidad y su falta de veracidad en el precio. La pregunta que Irene formula en Cabify es respondida con otro tono, sin atacar a los taxis, pero defendiendo su empresa:  "Es realmente una división entre lo tradicional y lo nuevo. Lo tradicional no tiene filtros en cuanto al trato con el cliente, por la experiencia; lo nuevo quizás guarde las formas y los comentarios como una estrategia más para que siempre vuelvas", así concluye Irene su opinión sobre la realidad de los transportes españoles. Una nueva batalla entre grandes empresas, entre lo tradicional y lo innovador.