jueves. 03.10.2024
La herramienta para el medio ambiente

Educación ambiental frente las tendencias políticas que olvidan el medio ambiente

El cambio climático es una realidad que actualmente afecta al mundo entero. Nadie escapa de su efecto y está aumentando. En 2017 Donald Trump retiró a Estados Unidos del Tratado de París, tratado que las Naciones Unidas adoptaron para hacer frente al cambio climático. Pero más allá de eso, el presidente de los Estados Unidos de América no cree en el calentamiento global y cree que las medidas para luchar contra el cambio climático minan la rentabilidad económica. Pero el pensamiento económico-centrista no es simplemente cosa de Donald Trump, sino de la ideología neoliberal que está a la orden del día.

 

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Centro para la educación medioambiental. Fuente: ​UNESCO.

La nueva lógica que mantiene la economía como eje central supone una explotación del medio ambiente puesto que fomenta el consumismo y, además, genera una sociedad despreocupada por el cambio climático y en definitiva, por el mundo. Es por ello que han de implantarse medidas para concienciar a la ciudadanía sobre lo que contaminan los gases que emiten los vehículos o incluso la forma de comprar y por supuesto, enseñar, educar y ofrecer herramientas al ciudadano para que, a pesar de la tendencia política actual, pueda aportar a la prosperidad del mundo. Para que esta enseñanza pueda darse la herramienta clave es la educación ambiental.

La educación ambiental, según UNESCO, es aquella educación que se imparte para reducir y evitar los problemas medioambientales. Para la que se requiere la participación tanto colectiva como individual de los ciudadanos. Por lo general, la educación ambiental es impartida en los centros escolares entre primaria y bachillerato voluntariamente.

¿Cómo funciona en España? 

El Estado español incluye en la propia Constitución algunos artículos relacionados con el medio ambiente. Como es el Artículo 45 que dice así:

“Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.”

“Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.”

El Estado legalmente aplica y exige unos mínimos comunes en materia de ecología y medioambiente. Aunque deja la gestión de la educación ambiental en manos de las propias Comunidades Autónomas, tanto la generación de leyes con respecto a la educación ambiental como la aplicación de estas. Por ejemplo, en el País Vasco, que es un territorio con concienciación medioambiental, lo gestiona el Gobierno Vasco gracias al Estatuto de Autonomía de 1979.

 

Los valores críticos constructivos son necesarios

“Hay que fomentar los valores a favor del medio ambiente mediante el desarrollo de una actitud crítica que fomente el conocimiento de los problemas locales y globales entre jóvenes y adultos.” Así lo afirma Uxua Arana, técnica de educación ambiental en la Fundación Cristina Enea (Donostia). Además, añade que “el conocimiento ofrece la posibilidad de analizar los problemas sociales y medioambientales que surgen y buscarles una solución. Así se fomenta la participación y se recupera la responsabilidad”.

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Fundación Cristina Enea, Donostia. Fuente: Fundación Cristina Enea

A pesar de la obvia necesidad y utilidad de la educación ambiental, no es tarea fácil si se tiene en cuenta la poca formación que los políticos españoles tienen sobre el medio ambiente y la educación ambiental. A fin de cuentas, afirma la experta, “la educación ambiental es transmitir valores y los valores se transmiten mediante ejemplos. Creo que es eso lo que les falta a los políticos, coherencia entre lo que dicen y hacen”. Cuando se realiza una estrategia contra el cambio climático todas las políticas, tienen que ser coherentes con ella, si no, se pierde credibilidad y efectividad.

Pero la educación ambiental no solo tiene la dificultad de no contar con políticos verdaderamente preparados sino que, por problemas de gestión, se dan medidas contradictorias. “Los colegios han de ser modelo de aquello que enseñan y dicen. A día de hoy la educación ambiental queda en manos del profesor, y según su grado de sensibilización, se transmitirá de una manera u otra". Aclara la técnica en educación ambiental: "Yo creo que no tiene que estar tanto en manos de la voluntad de profesor, sino que debería legislarse y dedicar una parte de la programación a la educación ambiental e implantar unas bases firmes”.

Superar el modelo Félix Rodríguez de la Fuente

La educación ambiental es un proceso que da sus frutos a largo plazo, pero al no mostrar efectos inmediatos se considera menos importante. Aunque esto implica también que el modo de impartir educación ambiental tiene que modernizarse. “Ya se ha superado en modelo Félix Rodríguez de la Fuente”, dice Arana en referencia aquel modelo que entiende el medio ambiente como lo natural (montes, ríos, fauna…) y  se centra en el efecto que la sociedad tiene en el medio ambiente. Arana dice: “No creo que vaya a perderse la forma tradicional de impartir educación ambiental, pero sí creo que se verán nuevas vías relacionadas con los cambios y los valores que se están dando. Los txikis que han pasado por la fundación serán adultos y llegarán a ser abuelos que tendrán la costumbre de reciclar, tendrán un nuevo pensamiento”.

Educación ambiental frente las tendencias políticas que olvidan el medio ambiente