martes. 16.04.2024

La investigación es una actividad orientada a la obtención de nuevos conocimientos o a la ampliación de éstos, con el fin de llegar a una aplicación para la solución de problemas e interrogantes de carácter científico en la sociedad.

La investigación científica es el nombre general que obtiene el complejo proceso por el cual los avances en la ciencia son el resultado de la aplicación del método científico para la resolución de problemas o el tratamiento de determinadas observaciones.

En este ámbito, la investigación en Andalucía, se centra especialmente en dos pilares fundamentales: por un lado, destaca la investigación biomédica, la cual se lleva un porcentaje realmente importante de los recursos destinados a la investigación y, por otro lado, destaca la investigación en agricultura y ganadería, pues se trata de uno de los sectores autonómicos más importantes, entre los que encontramos el olivar, los cereales, las oleaginosas y proteaginosas, los frutos rojos, los cultivos intensivos bajo invernadero, la ganadería, la pesca…

Así, hemos tenido el placer de entrevistar a relevantes investigadores de ambas ramas. Por un lado, dentro de la investigación biomédica, contamos con el testimonio de José Manuel Moreno Rojas, investigador en el ámbito químico; Francisco de Paula Montero Chacón, investigador en el ámbito de la ingeniería; y Marco Antonio Calzado Canale, investigador en el área biomédica. Por otro lado, respecto a la investigación en agricultura y ganadería, contamos con la visión de los ingenieros agrónomos Alejandro Pérez de Luque, María Patrocinio González Dugo y Sergio Atienza Peñas.

El principal motivo de este reportaje es dar a conocer la importancia de la Investigación en Andalucía y su labor fundamental para el avance de la sociedad, siendo de especial relevancia en estos tiempos de pandemia mundial.

La investigación para la COVID ha sido un contratiempo de una importancia totalmente coyuntural, tratándose de un problema nuevo al que la actual comunidad científica se ha tenido que enfrentar, y el hecho de que se haya podido encontrar una vacuna en tan corto periodo de tiempo afirma la importancia que tiene la investigación en el día a día. La investigación ha permitido la creación de vacunas y, actualmente, es la única solución efectiva. No obstante, permite obtener soluciones a todo tipo de enfermedades, no solo a la COVID, si no a enfermedades que afectan tanto a plantas como a animales.

En apenas año y medio, la investigación médica ha realizado grandes avances para conseguir una vacuna. Por ello, si se invirtiera más tiempo y recursos en este ámbito, el potencial que podría tener la investigación en nuestro país sería mucho mayor, ya que en el caso concreto de la COVID ha habido unos niveles de financiación y colaboración sin precedentes que han posibilitado la obtención de muy buenos resultados.

No obstante, para obtener resultados efectivos es necesario un gran aporte de financiación y de recursos materiales y humanos. A pesar de que el Gobierno español destina una gran cantidad de fondos a la investigación en nuestro país, estos no son suficientes comparados con la aportación realizada en otros países. En el caso de Andalucía, la  aportación que realiza la Junta  está dirigida a sufragar el salario de los investigadores y a la adquisición de reactivos y aparatos, la contratación de  técnicos, la ampliación de plantillas, o para la contratación de doctorandos para que hagan su tesis, entre otras inversiones.  

En general, las administraciones proveen, fundamentalmente, financiación económica. Esta es obtenida a través de proyectos competitivos, cuyos plazos y convocatorias son de diferentes tipos (a nivel regional, nacional, europeo, internacional…). Por lo tanto, obtener financiación suele ser una tarea compleja.

El Ingeniero agrónomo Alejandro Pérez de Luque en el IFAPA, en el centro de Alameda del Obispo, Córdoba, junto a los redactores Josefina Sillero y Antonio Giménez_Josefina Sillero

El Ingeniero agrónomo Alejandro Pérez de Luque en el IFAPA, en el centro de Alameda del Obispo, Córdoba, junto a los redactores Josefina Sillero y Antonio Giménez/ Josefina Sillero

Genómica y Biotecnología: la medicina de las plantas

A continuación, entrevistamos a Alejandro Pérez de Luque, Investigador Titular del IFAPA en el centro Alameda del Obispo, de Córdoba. Comenzó siendo alumno colaborador mientras estaba estudiando Ingeniero Agrónomo en la Universidad de Córdoba y lleva dedicándose profesionalmente a la investigación desde finales del 1998, cuando empezó su tesis doctoral. En 2009, tras pasar por varios centros de investigación tanto nacionales como internacionales, consiguió su actual plaza de Investigador Titular, dedicándose tanto a investigación básica como aplicada.

Cuando le preguntamos por su vocación, nos cuenta que su motivación principal siempre ha sido generar conocimiento, es decir, descubrir algo nuevo. Reconoce que siempre le ha gustado aprender, buscar explicación a las cosas que suceden y tener el placer de acceder a cosas que nunca ha descubierto nadie antes.

Hoy en día, Alejandro pertenece al Área de Genómica y Biotecnología y su trabajo está especialmente centrado en estudios de resistencia genética a enfermedades de las plantas, aplicando diversas técnicas como la nanotecnología. Generalmente, para desarrollar sus investigaciones, obtienen financiación de fondos FEDER, proporcionados por la Unión Europea, que luego se canalizan a través de la Junta de Andalucía, del Gobierno  o directamente de la Unión Europea.

Actualmente, en su grupo de investigación, constituido por seis personas, están llevando a cabo dos proyectos importantes, ambos cofinanciados por la Junta de Andalucía, uno de ellos más enfocado a la transferencia con empresas y el otro a la generación de conocimiento. También coordinan un proyecto Nacional de Investigación, cofinanciado por el INIA (Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias), y han firmado varios contratos con empresas, tratándose de proyectos muy específicos y de investigación aplicada.

Cuando le preguntamos por la transferencia de sus proyectos, Alejandro nos reproduce la siguiente cita de Mark Twain: “Se necesitan mil hombres para inventar un telégrafo, una máquina de vapor, un fonógrafo, un teléfono o cualquier otra cosa importante. El último hombre recibe el crédito y nos olvidamos de los demás”. Con esto nos explica que la creación de grandes inventos se debe a muchas personas, no solo a una, y para descubrir algo nuevo, siempre hay que empezar con un conocimiento previo.

El investigador nos cuenta que los resultados de los proyectos de investigación suelen plasmarse en artículos y publicaciones científicas, comunicaciones a congresos nacionales e internacionales, etc. En cuanto a los proyectos orientados a transferencia, los conocimientos establecidos se trasladan más directamente al sector (agricultores, empresas, etc.) en forma de patentes, variedades registradas, cursos, jornadas, publicaciones de divulgación, etc.

Dianas anticancerígenas y nuevos fármacos

Marco Antonio Calzado Canale es profesor titular de Inmunología de la Universidad de Córdoba e Investigador Principal en el IMIBIC (Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba). Su área de investigación se centra en la biología molecular en cáncer, estando adscrito al área científico-técnica de Inmunología. El doctor Calzado lleva en la investigación desde hace 28 años, cuando entró como alumno interno cuando estudiaba la carrera de Bioquímica en la UCO.

Este investigador, actual Profesor Titular de Universidad e Investigador Principal del grupo “Inflamación y Cáncer”, afirma que desde muy pequeño tenía inquietud en saber cómo funcionaban las cosas y, especialmente, en conocer los mecanismos biológicos detrás de los procesos que permiten la vida en animales y plantas. Por lo tanto, asegura que desde siempre ha tenido vocación por la ciencia.

Actualmente, el equipo investigador de Marco está constituido por 9 personas, que tienen varios proyectos de búsqueda de nuevas dianas anticancerígenas en cáncer de pulmón, así como de desarrollo de nuevos fármacos. Estos proyectos están financiados tanto por agencias nacionales,  como por empresas privadas.

Finalmente, le preguntamos a Marco cómo se ve reflejada su labor en la sociedad y cómo transfiere estos conocimientos, a lo que nos indica que toda la investigación que su grupo realiza está orientada a la aplicación más rápida al paciente, con alto carácter tecnológico y, por tanto, intentan que tenga una rápida transferencia a la sociedad. Una vez patentados, los resultados se difunden mediante rutas clásicas a través de publicaciones en revistas científicas especializadas y contribuciones a congresos científicos nacionales e internacionales. En el caso del desarrollo de nuevos fármacos, tienen colaboraciones importantes con empresas farmacéuticas que se encargan de su puesta en valor y su desarrollo.

Marco Antonio Calzado Canale, Investigador Principal del IMIBIC_Departamento IMIBIC

Marco Antonio Calzado Canale, Investigador Principal del IMIBIC/ Departamento IMIBIC

Mejorar las condiciones de cultivo

Por otro lado, Sergio Atienza Peñas nos cuenta su experiencia en el mundo de la investigación. Sergio empezó su carrera investigadora como alumno colaborador en el Departamento de Genética en la Universidad de Córdoba mientras estudiaba Ingeniero Agrónomo. Tras defender su proyecto final de carrera en 1999, desarrolló su Tesis Doctoral en el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), finalizándola en 2002, completando su formación con estancias postdoctorales en centros de investigación internacionales. Posteriormente y tras reintegrarse al sistema de investigación español, en el año 2008 se incorporó al IAS-CSIC con una plaza de Científico Titular, donde desarrolla su actividad investigadora desde entonces. Allí está adscrito al área global “VIDA”, concretamente en el área específica Ciencias Agrarias.

Al preguntarle sobre su vocación, Sergio nos dice que su primer contacto con la investigación fue cuando estudiaba segundo de carrera, donde le ofrecieron colaborar como alumno interno en el Departamento de Genética de la UCO. Fue a partir de entonces cuando se dio cuenta de que realmente le gustaba la investigación y que podía ser una salida profesional interesante.

Actualmente, el trabajo del Dr. Atienza junto a su grupo de Biotecnología Vegetal del IAS (compuesto por un total de nueve investigadores y técnicos de plantilla) se centra, por un lado, en la identificación de las variantes génicas que están asociadas con los distintos caracteres de interés (mayor o menor altura; mayor resistencia a enfermedades; etc.) con el objetivo de seleccionar nuevas variedades que se adapten mejor a las condiciones de cultivo y, por otro lado, realizan estudios de expresión génica, estudiando cómo cambia el comportamiento de los genes en respuesta a las condiciones ambientales.

Al preguntarle sobre los proyectos que están llevando a cabo, nos responde que, en estos momentos, actúa como Investigador Principal en un subproyecto del proyecto CEREALMED, de la convocatoria europea PRIMA, y del proyecto Carot4Wheat, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Además, colabora en otros proyectos liderados por el IFAPA de Córdoba cofinanciados por la Junta de Andalucía.

Respecto a la transferencia de sus trabajos y proyectos a la sociedad, Sergio nos explica que, los resultados de sus proyectos se ponen en conocimiento mediante publicaciones científicas en inglés y presentaciones en congresos especializados y, en ocasiones, también se difunden a través de las páginas web. En este sentido, destaca que, en relación con la transferencia a empresas, los resultados más importantes han sido el desarrollo de una patente de un sistema para la producción de trigo híbrido y el desarrollo de una Empresa con Base Tecnológica a partir de los resultados de su grupo de investigación.

Sergio Atienza Peñas, investigador del IAS-CSIC - IAS-CSIC

Sergio Atienza Peñas, investigador del IAS-CSIC / IAS-CSIC

Madurar una tecnología

Francisco de Paula Montero Chacón es ingeniero industrial graduado en la Universidad de Sevilla; hizo un máster de ingeniería aeroespacial en el Instituto Tecnológico de California (CALTEC) y realizó el doctorado en diseño avanzado en Ingeniería Mecánica en la US, hoy ejerce como profesor e investigador en la Universidad Loyola Andalucía. 

Francisco reconoce que el hecho de ser investigador le hace ser una persona multidisciplinar. Por este motivo, cuando le preguntamos por su área científico-técnica, nos comenta que se identifica como un ingeniero que utiliza herramientas matemáticas e informáticas para el desarrollo de materiales, por lo que podríamos hablar del área de Ciencias e Ingenierías de materiales computacional.

Al preguntarle por su vocación, nos comenta que siempre tuvo alguna inquietud, pero que fue tras terminar la carrera cuando supo que ese era su sitio. No obstante, considera que la investigación es algo muy vocacional y duda que haya alguien que realmente investigue por el sueldo. “A los investigadores nos mueve el amor por la ciencia o el conocimiento”, afirma.

Por otro lado, hablamos sobre sus grupos de investigación y de los proyectos que está realizando, a lo que nos responde que, actualmente, tienen dos grupos de investigación en Loyola, uno llamado Optimización de Control y Sistemas Distribuidos (OCSD) y otro llamado Materiales y Sostenibilidad. El primero diseña redes inteligentes para interactuar con el mundo físico y poder realizar operaciones en el mundo real. Por ejemplo, utilizan drones acuáticos y, ahora, están inmersos en  un proyecto para monitorizar el agua de los lagos en Paraguay.  El segundo grupo busca desarrollar nuevos materiales y mejorar los existentes para hacer aplicaciones sostenibles, realizando principalmente almacenamiento y valorización del CO2.

Respecto a la transferencia de sus proyectos, normalmente suele ser con empresas que no buscan una solución estándar, por lo que ellos le ofrecen una solución desde un enfoque distinto. “Es como criar algo, madurar una tecnología: nosotros recibimos el encargo y con nuestras herramientas hacemos que coja más peso para que la empresa se sienta cómoda trabajando”.

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El investigador de la Universidad Loyola Andalucía Francisco de Paula Montero Chacón/ Universidad Loyola Andalucía

Satélites para hacer recomendaciones de riego

La doctora Mari Pat. González Dugo lleva en la investigación desde que acabó la carrera de Ingeniera Agrónomo en la UCO, en el año 1993. Al principio comenzó trabajando en diversos proyectos de investigación, defendiendo su tesis doctoral por la UCO en el 2003. Desde entonces se ha dedicado plenamente a la investigación, habiendo hecho estancias en diversos centros internacionales. Como Alejandro, Mari Pat. es Investigadora Titular del centro IFAPA Alameda del Obispo desde 2009, estando adscrita al Área de Ingeniería y Tecnología Agroalimentaria.

Acerca de su vocación, la investigadora nos confiesa que entró en la carrera de agrónomos sin saber muy bien a qué se iba a dedicar, pero, tras realizar su proyecto de fin de carrera, tuvo claro que quería trabajar en investigación, focalizando en ella toda su trayectoria profesional. Asegura que siempre le gustó su trabajo y disfruta con su dedicación.

Actualmente, Mari Pat. y su equipo técnico, compuesto por cinco investigadores, están desarrollando proyectos relacionados con el seguimiento de cubiertas vegetales en sistemas de regadío. Mediante imágenes desde satélites u otros dispositivos y con distintos sensores, hacen recomendaciones de riego empleando la información obtenida.

Al igual que otros investigadores de ciencias agrarias, el equipo obtiene financiación del Gobierno a través de convocatorias de proyectos del Ministerio de Agricultura y Pesca o del de Ciencia e Innovación, mediante proyectos europeos de Horizonte2020 (H2020) y LIFE, así como mediante convenios con empresas y con cooperativas.

Con el fin de llegar un mayor número de personas, además de publicar artículos científicos en inglés, este equipo investigador realiza publicaciones de divulgación en español, para poder compartir información relevante y conectar con las empresas; esperando un feedback que les ayude a mejorar sus investigaciones. A partir de ahí, surgen las colaboraciones directas con empresas y cooperativas.

Mari Pat. González Dugo, Investigadora Titular del IFAPA en su despacho-Josefina Sillero

Mari Pat. González Dugo, Investigadora Titular del IFAPA en su despacho/ Josefina Sillero

Los beneficios del ajo negro y ‘denominación de origen’ para cultivar mango y aguacate

José Manuel Moreno Rojas se licenció en Química por la Universidad de Córdoba en el año 2000. Nos confiesa que siempre le había gustado la parte de especialización en alimentos, pero antes no había tantas opciones. Al acabar la tesis en Química, se matriculó en Tecnología de los Alimentos, la carrera que realmente le apasionaba. Tras recibir varias becas de investigación, contratos a cargo de proyectos y diferentes estancias en centros de investigación en el extranjero, obtuvo una plaza de Investigador Titular en IFAPA de Córdoba.

Cuando le preguntamos por su vocación como investigador, el doctor Moreno nos confiesa que, a pesar de su buena nota en selectividad, hizo Química por descarte, donde se dio cuenta de su utilidad y de la gran cantidad de aplicaciones que tiene. Tras cursar la carrera de Tecnología de los Alimentos, su verdadera pasión, se dio cuenta de que ambas carreras se complementaban a la perfección. Gracias a esto, complementando sus estudios con sus estancias en el extranjero y sus experiencias profesionales posteriores, ha logrado convertirse en el buen investigador que es hoy en día.

Actualmente, su equipo de trabajo, compuesto por tres funcionarios y otros nueve profesionales, participa y coordina numerosos proyectos de investigación y de transferencia, entre los que destacan uno orientado a compuestos bioactivos y salud en pistacho, y otro, muy interesante, sobre el ajo negro (producto obtenido con investigaciones anteriores de este equipo de IFAPA) en el que experimentan directamente con personas sobre los beneficios de este ajo como antioxidante y anticancerígeno. Este equipo es de los únicos del IFAPA que realizan experimentación directa con humanos.

Además, trabajan con caracterización basada en isotopos en mango y aguacate, a fin de determinar isotopos discriminantes a nivel geográfico, diferenciando los mangos y aguacates de la zona de Málaga y Granada de los del resto del mundo. Gracias a su labor profesional, están en vías de obtener la distinción de Indicación Geográfica Protegida (IGP), algo que se asemejaría a una Denominación de Origen.

José Manuel Moreno Rojas, Investigador Titular en IFAPA de Córdoba, en su despacho-Josefina Sillero

José Manuel Moreno Rojas, Investigador Titular en IFAPA de Córdoba, en su despacho/ Josefina Sillero

Todos los proyectos de este equipo están orientados a resolver problemáticas directas con los diferentes sectores agrarios e incluso pesqueros (están tramitando un proyecto con mojama). Por tanto, la transferencia de sus investigaciones es altísima, lo que les permite poner en valor y caracterizar gran cantidad de productos ayudándoles con sus estrategias de marketing.

Finalmente, tras haber realizado estas entrevistas a profesionales especializados, pudiendo conocer detalladamente su labor en el ámbito de la investigación científica, nos damos cuenta de la labor imprescindible que cumple su trabajo en la sociedad. No obstante, debemos admitir que su importancia no tiene el reconocimiento social que se merece. Si se invirtiesen más fondos en dicho sector, los resultados que se podrían obtener darían solución a muchos de los problemas actuales y mejorarían la calidad de vida de la población.